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! Que viene la crisis !

¿Has oído ya que viene otra crisis? Bueno, lo llaman ajuste. Yo todavía no estoy paranoica, pero miro de reojo, no vaya a ser que me pille, otra vez. La anterior nos cogió algo de improviso, pero creo que esta no va a ser igual. O quizá sí. Yo, por si acaso, hace tiempo que animo a mis hijitos a guardar sus dineros. Quiero que se acostumbren a guardar. Además, les digo que los escondan, no vaya a ser que algún ojo goloso los vea, y coja un euro para el pan, otro para un recado... y cuando vayan a echar mano, queden telarañas. Aún así, aunque no les deseo por nada del mundo una crisis como la que pasamos, fue al mismo tiempo tan instructiva, que a menudo les hablo de lo recomendable y saludable que es pasar un tiempo a cinturón pasado. Una aprende a sobrevivir. Te lo digo yo.

Ahora, lo malo va a ser pasar esta nueva crisis (o ajuste), siendo autónomo. Con esa extraña facultad que tenemos de parecer ricos ante los clientes, y pobres ante los bancos. ¿Qué va a ser de nosotros? ¿Igual que la otra vez? Recuerdo cuando aquel tsunami financiero. Yo por aquel entonces me había ubicado en la oficina de Antonio, y pasó un compañero, asustado, contándonos que venía del despacho de fulano y de mengano, y que todos se habían quedado como nosotros: «Él y su mujer». Todos sin trabajo.

¿Cómo fue que sobrevivimos? Ni idea. Como fuese, y con mucho, mucho esfuerzo, llegamos a la otra orilla, pero cuántos quedaron en el camino. Yo le contaba a mi amiga Marta, que vive en Londres, que nadie que no viviese en España se podía creer hasta qué punto la gente se volvió loca (no era para menos) y ¿va a pasar otra vez igual? Bueno, y nosotros todavía estamos en edad productiva, pero ¿qué pasa, por ejemplo, con los jubilados? ¿los vamos a poner a trabajar, para que complementen su pensión? Igual viene Rato y devuelve algo de lo que se llevó. No dará para mucho, pero mira.

Yo estoy con el mismo títere que le cuento a mis hijos. Estoy empeñada en intentar canalizar el ahorro, y en guardar para mañana. ¿No te acuerdas del cuento de la hormiga y la cigarra? Pues de eso se trata. Por algo Canadá fue de los pocos países, si no el único, por los que la crisis pasó de largo (no, como aquí en España, como decía Zapatero): allí tienen una cultura de ahorro. Debería enseñarse eso en los colegios. El otro día me contaron que España es de los pocos países en el que la gente de a pie invierte en bolsa como el que va al mercado, pero al de abastos. La gente compra y vende alegremente, sin conciencia de que es una actividad de alto riesgo si no sabes manejarla bien. Que subirse a un Ferrari es fácil. Lo complicado es llevarlo. Pues eso. Aquí somos guays y en vez de hacer depósitos, invertimos en bolsa. Mola más.

Ahora dicen que las pensiones se deben ajustar con el IPC. Es que si a un pobre jubilado le subes el IPC de su compra semanal, pero su nómina sigue igual, pues vaya faena le haces. Y está claro que debe ir unido a otros factores globales, por eso de equilibrar, pero el caso es que llegue.

Además, el ahorro tiene de bueno, indiscutiblemente, que depende de ti sacarlo. El dinero es tuyo y punto. Vete al banco a por dinero, cuando te hace falta, a ver qué te dice. Ya se sabe que es un paraguas... para cuando brilla el sol.

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