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Disfunción eréctil

En los últimos días hemos asistido, no me extrañaría que perplejos, al esfuerzo titánico de nuestro alcalde, Joan Ribó, por convencer a los señores de Adif de que el Parque Central es una solución a nuestros problemas ferroviarios. Pero como en el otro lado también hay un señor que gobierna los caminos de hierro de las Españas y que es el ministro José Luis Ábalos, le responde: «Tú lo que quieres, pillín, es desarrollar un plan urbanístico». Curiosamente, de ninguna de las dos partes se admite la posibilidad, lógica por otra parte, de que un parque es un parque, es un parque, es un parque: sea central o periférico.

Cojo el periódico y me encuentro un montón de noticias relacionadas y tendría que tener la paciencia de una pionera de las caravanas camino a Utah tejiendo su patch-work, para establecer si se trata de fragmentos interdependientes de realidad o el retorno de nuestros viejos ectoplasmas favoritos en forma de ladrillos, bovedillas y pretensados. ¡Voy con la pastera!

Dice el jefe de la patronal del tocho que van a hacer 2000 viviendas de nueva planta y echan cuentas y les faltan 10.000 currantes: cinco mil albañiles y cinco mil chispas y fontaneros polacos, no sé si contando o no a los albañiles que hicieron el Machu Pichu, sus descendientes, claro, que retoñarán alegres en los andamios valencianos. No se me amontonen. Dice Francisco Zamora que los que encuentran no están cualificados. Claro, un día estáis y al otro no, si es que no da tiempo a que aprendan.

Y en fin que va a haber dos rascacielos de treinta plantas en Benimaclet con la intención declarada de ahorrar terreno para que pueda haber más zonas verdes. Gracias por el esfuerzo, pero treinta pisos hacía arriba son como treinta adosados llaneando, con sus viales y su canesú. Cuando no quede un metro cuadrado de huerta descubriremos que el cemento no se come. Veo el plano de la ciudad y brotan, como esquema o ente de razón, rascacielos por doquier. Eso sólo puede significar problemas de erección, creo que el doctor House debería ponerse a repartir pastillas azules.

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