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Por tus preguntas te conocerán

Un profesor de filosofía nos decía a menudo que lo importante es la pregunta y no la respuesta. Él se vanagloriaba de conocer la inteligencia de sus alumnos en función de las dudas que le planteaban. Mi compañera de mesa y yo teníamos tantas ganas de causarle buena impresión que invertíamos horas pensando en posibles preguntas geniales. Ninguna nos complacía lo suficiente y acabábamos entrando en un bucle de cuestiones que, de tan complejas, acababan siendo ininteligibles. Frustradas, ahogábamos nuestras penas bebiendo infusiones y jugando a dados en la cafetería.

Hace unos días, el todopoderoso Google publicaba las tendencias de 2018. Una radiografía que refleja lo que nos importa y nos gusta, quién nos interesa o cuáles son nuestras inquietudes. En la intimidad, con la única compañía de un teclado y con Google como interlocutor, nos liberamos de la presión social de tener que mantener las apariencias y nos mostramos tal y como somos. Las palabras que más hemos introducido en nuestro buscador de referencia son «Mundial», «Cristina Cifuentes», «Fortnite», «Bohemian Rhapsody» y «Cómeme el donut». Sí, así es. No me extraña que las encuestas fallen. Somos imprevisibles.

«¿Qué es cachopo?» es, según el buscador, la pregunta top que nos hacemos en este país. Podríamos creer que nuestra querencia por el comer bien nos hace consultar recetas asturianas, pero va a ser que no. El presunto asesino 'rey del cachopo' ha liderado nuestras búsquedas. O, para ser exactos, no sus hechos sino el ámbito de su reinado. Tras esa pregunta, la cosa solo puede mejorar. Así, y en coherencia con la realidad informativa, hemos consultado qué es una moción de censura, la derogación de la prisión permanente revisable y el significado de las siglas VTC y NFC. San Google también informa de nuestras preguntas sobre «cómo» hacer tal o cual. Nos importa el «salud, dinero y amor», pero nos saltamos la primera premisa para ir directamente a lo relacionado con el bolsillo y el corazón. Cómo hacer la declaración de la renta, reclamar el IRPF por maternidad, conocer el funcionamiento de la aplicación de citas Tinder o saber cómo se conocieron el príncipe Harry y Meghan Markle. Visto lo visto, podemos concluir que deseamos vivir una historia de amor con un final digno de cuento de Charles Perrault, pero que también apostamos por unos preliminares sencillitos. Estamos interesados en Rosalía, Eurovisión y Gran Hermano VIP. Pues vaya. No puedo evitar sentir cierta desazón al descubrir cuáles son nuestros intereses.

Por tus preguntas te conocerán, como decía el profesor de filosofía. El líder del PP, Pablo Casado, irrumpe en la sesión de control al gobierno con tres cuestiones de actualidad y de rabioso interés social. Solicitar al ministro de Cultura y Deporte que se pronuncie sobre las corridas de toros y la caza y a la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, que diga si el gobierno es partidario de respetar las tradiciones navideñas en los espacios públicos. Pues vaya (otra vez). Imagino que ya han hablado suficiente sobre generación de empleo, combatir el abandono escolar, promover el acceso a la vivienda, mejorar las condiciones sociales de los desfavorecidos, cuidar a los mayores, proteger a las mujeres, mejorar la convivencia, aliarse contra los totalitarismos€ ¿Cuándo dejamos de atender lo importante para centrarnos en lo anecdótico? Dínoslo tú, Google.

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