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Promesas

Llegar al último día del año indemne ya supone un logro, porque la vida ahora mismo es como un cristal, y no por lo transparente, sino por lo frágil, expuesta a quebrarse en pedazos si se golpea con ganas. Pero filosofías trasnochadas al margen, hoy se acaba el año y hay que ser optimista. Es la hora de las promesas, que como las que suelen hacer nuestros políticos, no suelen cumplirse nunca, al menos en su totalidad.

Hoy, esa Nochevieja en que las gentes tienen la urgente obligación de divertirse aunque se lo pasen fatal, las calles ofrecen atractivo, con esa fiesta en la Plaça del Ajuntament, propuesta por el señor alcalde Joan Ribó y su concejal del Cultura Festiva, el ilustrísimo Pere Fuset, en la que no faltará de nada, ni siquiera los folloneros de rigor. La hostelería también realiza una extensa oferta en pubs y restaurantes con promesas de uvas de la suerte, cava, cotillón y cotillona, según las nuevas normas de igualdad, y barra libre como principal reclamo para castigar el hígado.

En televisión hay una buena oferta para quienes se optan quedarse en casa con promesas de diversión económica y sin moverse del sofá. Las famosas campanadas desde el reloj de la madrileña Puerta del Sol tienen diversas parejas presentadoras en otras tantas cadenas. Como es sabido, Anne Igartiburu será de nuevo la chica TVE, acompañada ésta vez por Roberto Leal, que ha tenido el año de su vida. Pero lo peor es que en Antena 3, y por tercer año consecutivo, repiten la exhibicionista Cristina Pedroche y el insoportable Alberto Chicote, una reiteración abusiva con altas promesas de hastío.

Mediaset, o séase Telecinco y Cuatro, optan por la pareja de presentadores Lara Álvarez, «Supervivientes», y Jesús Calleja, «Planeta Calleja», un presentador con mucho cuento. Mejor que el año anterior, en que fueron Jorge Javier y su banda de «Sálvame» los encargados de darnos con las campanas en la cabeza. Y La Sexta, si es que alguien todavía la conecta, contará con Cristina Pardo, ¡socorro!, e Iñaki López para hacer huir hacia otras ofertas. Tal vez algunos repitan y vuelvan a las uvas una hora después, cuando desde la Puerta del Sol se celebre, por primera vez en la historia, la entrada de año canario, volviendo la manecilla del vetusto reloj a las 0.00 horas. Un viaje al pasado de una sola hora, pero siempre es una promesa de ser una hora más joven...

Las pequeñas emisoras de TV locales domésticas, dentro de su modestia y escasez de medios, también han preparado programas especiales. Así, la Onda València de Vicente Sanz promete un desfile de artistas de casa, con Emilo Solo, Yaco Lara, Los Españolísimos, Paco Calonge y su hija Marta, Melani y su «Abracito», el gran mago Jammes Garibo, Julio Delgado, Charo Bravo, Pepe Badajoz y Salvador Arroyo. Junto a Vicente presenta su socio Javier Murguiondo y el programa se grabó mucho antes en la sala Canal Events, ya que ésta noche son Sergio López y Pilar Ferrer, «Los Quillos», quienes darán la campanada en esta sala con promesas de risas.

Es en Año Nuevo cuando las gentes suelen hacer las mayores promesas, tras porfiar quien se ha acostado más tarde al finalizar ese maratón de presunta diversión. Los michelines consecuentes, que han aumentado la curva de la felicidad todavía más, seguirán ahí pese a la promesa de dieta rigurosa y correr por el río. El fumador prometerá dejar el tabaco, pero irá raudo para ver donde lo ha dejado. El bebedor prometerá dejar el alcohol pero el alcohol no le dejará a él. Mónica Oltra no resultará simpática un año más, Giuseppe Grezzi prometerá nuevas prohibiciones, y Joan Ribó lo prometerá todo de cara a las elecciones primaverales. Y sin duda alguna aquellos que prometen a su ligue actual divorciarse de su pareja en 2019 seguirán casados. Un aviso; es inútil la tradicional ropa interior femenina roja y breve en Nochevieja ante la promesa de sexo. Como dijo míster William Shakespeare, «el alcohol estimula, pero incapacita»....

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