Se habla de VOX hasta producir hartazgo y otorgarle una presencia que nunca hubiera consolidado por sus propios medios; sobre la abstención del 41,35%, parcos análisis y titulares muy aislados. Y, sin embargo, esa abstención cobija, fortalece y orienta la preocupante situación de la sociedad española, agobiada por una crisis económica y social sin resolver para un amplio sector de la población y lacerada por la tensión que el independentismo genera entre la gente que, como yo, aprecia los valores de la cultura en catalán y del diálogo que ha venido manteniendo con la cultura en castellano, pero que hoy se ve vilipendiada en páginas que bien deberían avergonzar a quien las hubiera escrito, protegido o difundido. Siempre me satisfizo que Ediciones Destino editara a Delibes. X. Pla y F. Fuster han generado en mí, releyendo alguna de las páginas de El escritor y su territorio una verdadera nostalgia de ese tipo de escritor, J.Pla y M. Delibes. Urge desenmascarar a los falsos escritores para que no se desatiendan o perviertan los verdaderos problemas.

Tengo ante mí, haciéndose presente con la máxima actualidad, una afirmación del diputado Sr. Tardá al ser abordado (el 20/12/18) por los periodistas en el pasillo del Congreso de los Diputados: "No tengo suficiente capacidad intelectual para saber dónde estaremos en cinco semanas". Y al meditar sobre este juicio no puedo evitar reconocer que la afirmación, aunque desconcertante y trágica, es verdadera; tampoco yo tengo ninguna seguridad. Ud. amigo lector, ¿la tiene?. Ante tan intensa contingencia cabe abstenerse y abandonar los partidos a su suerte. ¡Qué gran peligro! A golpe de abstención sólo se hablará de VOX.

Ahora bien, si prestamos atención al 41,35%, se pone de relieve la falta de proyectos que satisfagan la demanda y administración de recursos con equidad y eficacia, se rechaza un uso de la ley que la convierte en escaparate del quehacer político y se percibe la presencia de escritores y periodistas enmascarados que solo sirven a la desintegración del colectivo social y al rifirrafe verbal que solo profundiza en temas de identidad nacional y no en la solución de los conflictos que debería solventar en calidad de bombero, profesor o médico. Dentro de unos días comenzará a prometerse el cielo en la tierra. Lo que los ciudadanos esperan es que sean mejoradas las condiciones de su vida.