Los megadeslizamientos en las islas volcánicas son probablemente los fenómenos más espectaculares de la naturaleza dadas las enormes cicatrices que han dejado en las laderas de las principales islas volcánicas del planeta.

Estos gigantescos derrumbamientos del terreno son el resultado del rápido crecimiento en la vertical de las islas volcánicas (la altura total del Teide, por ejemplo, supera los 7.500 metros desde el lecho marino), que a veces pueden desestabilizarse por causa de otros fenómenos naturales como terremotos o erupciones propios del fenómeno volcánico. Son, por lo tanto, procesos intrínsecos y continuados a lo largo de la formación de las islas volcánicas oceánicas.

El pasado geológico de las islas Canarias esconde, al menos, 20 de estos descomunales eventos geológicos. El más reciente se produjo en la isla de El Hierro hace posiblemente unos 80.000 años, en lo que hoy se denomina valle de El Golfo. Investigadores del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), con la colaboración de los del Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona (CSIC) y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, ya dejaron constancia de ello en 2016 en la revista Marine Geology, un estudio sobre el inmenso colapso que dio lugar al valle y sus ciclópeos muros de piedra de 1.000 metros de altura.

Los autores estudiaron este deslizamiento en las más joven de las islas de Canarias, utilizando los datos sísmicos proporcionados por el Instituto Geográfico Nacional, las batimetrías y ecosondas realizadas frente a su costa por el Instituto Hidrográfico de la Marina (IHM) y un detallado estudio sobre la geología de las paredes de El Golfo que forman un anfiteatro de 15 kilómetros de amplitud, a partir de la descripción geológica de todos los pozos y galerías de agua almacenada en la base de datos de puntos de aguas de Canarias del IGME.