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Javier Cuervo

La crisis de los símiles

Conocíamos el proverbio chino de que «el leve aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo». Ahora sabemos que el frotamiento de las alas esclerotizadas de los grillos puede provocar una crisis diplomática entre Estados Unidos y Cuba y hacer que Trump declare "han hecho algunas cosas malas en Cuba. Algunas cosas muy malas".

Hace 15 meses EE.UU. retiró al personal de la embajada en La Habana porque no se encontraban bien y lo achacó a ataques sónicos. Un informe de las universidades de Berkeley (California) y de Lincoln, (Reino Unido) aclara ahora que el ruido continuo que se interpretaba como ataque era un canto que los grillos tropicales dirigían a las grillas de la misma latitud, sin haberles pedido opinión.

Las crisis con Cuba, que en seguida se adjetivan como "de misiles", en este caso fue de símiles entre el efecto mariposa y el efecto grillo.

Durante 15 meses -siguen los símiles- el agonizante régimen comunista hizo la guerra fría con un invento como del profesor Tornasol para una aventura de Tintín ambientada en la misma San Theodoros de "Los pícaros".

El ataque sónico cubano son los más de 70 ritmos musicales que ha dado al mundo, algunos tan conocidos como la salsa, el son, el danzón, el cha cha chá, el mambo, la timba... El ataque sónico puso a bailar a los estadounidenses en los 50 con grandes orquestas y a pensar y sentir a los hispanohablantes en los 70 con los cantautores de la Nueva Trova, valga el símil.

Sabemos, de paso, que en Cuba quedan grillos. En Europa están en la lista roja del peligro de extinción. Nuestro ruido de fondo no es el canto de los grillos sino la repetición de las gilipolleces de Trump y otros, sirva la comparación.

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