En la vida nada es casual, y lo digo con voz elevada, dándome cuenta que lo obvio es imposible esconderlo.

Hay centenares de cosas que demuestran que el hombre de ahora tiene un gran amor por los animales. La intuición me dice que el hombre en algún momento se decepcionó del hombre. Sé, y lo veo a diario, que muchas personas prefieren a los perros o gatos, que a sus semejantes. ¿Misantropia?

Si dejamos a un lado las ideas preconcebidas y pensamos; igual nos damos cuenta que en la antesala de las decisiones están las acciones. Hace pocos días, caminando de noche por una calle, en lontananza aprecié "un bulto", en un principio pensé que era una caja, al acercarme me di cuenta que era una persona. Sí, estaba durmiendo en la calle y respirando su aliento para calentarse. Al ver la escena mi mente se fue a Twitter, unos días antes alguien compartió un tuit que decía : "Albergue de perros necesita mantas. Están pasando mucho frío". Al momento, no pasaron ni cinco minutos, muchísimas personas se ofrecieron para enviar mantas. Era un no parar... El amor se está transfigurando, al menos a mí me lo parece, preferimos satisfacer las necesidades de los animales, que las de nuestros semejantes.

Tengo la impresión que el hombre está decepcionado del hombre. Sí, a pesar del largo camino recorrido juntos, cada vez nos reconocemos menos en la semejanza. Nuestros afectos, cada día más, están al servicio de los animales; a los que defendemos con uñas y dientes. Y si hace falta un puñetazo también. Es fácil de comprender... Entre nosotros siempre hemos andado a la gresca; la lealtad y la fidelidad en el hombre son palabras efímeras. Somos malos por naturaleza, nos controlamos unas veces por educación y otras por miedo al castigo, pero nuestro fondo es el que es: envidiosos, dañinos, resabiados, rencorosos, calculadores y un largo etcétera.

Ojalá volvamos a reconciliarnos, y por supuesto que nadie pase frío, a pesar de nuestra forma de ser somos semejantes. Sí, en esencia no somos igual, pero en otras muchas cosas nos parecemos demasiado. Al paso que vamos, y no tardando, el hombre será misántropo. A los hechos me remito, preferimos abrigar a un animal que a una persona. El hombre que vi durmiendo en la calle era invisible para todos los transeúntes. Creo que lo suyo sería abrigar a todos: animales y personas. Creo en el amor universal. ¿Y ustedes?