“El mundo del videojuego ya es un negocio en sí mismo” fue el concluyente aserto de Carles Pons, CEO de No Spoon Tech Lab (videojuegos, realidad virtual y machine learning). “Podemos ser muy modernos pero los presupuestos están ahí, los números mandan”, dictaminaba José Juan Linares, presidente de la Asociación de Profesionales de la Producción Audiovisual (APPA), hablando claro sobre los inconvenientes de la digitalización en cadenas televisivas, como en el caso de À Punt que la desestimó, “Porque, al final, ¿quién paga la boda?”. “Estamos a una o dos generaciones para que las gafas de realidad virtual pasen de ser un dispositivo de frikis, a que lleguen a todo el mundo”. “Los contenidos digitales están, y están mutando y se quedan”, convenían Pons, mientras que Fernando Carrión (Cercle Valencià dels Videojocs), ponía en valor las “experiencias inmersivas” conquistadoras de terrenos desde el marketing, como en campañas turísticas para FITUR 2019, estimuladoras de los sentidos: “¡Ven a València porque mola! Hasta la difusión de demagogias creadas a medida para las y los usuarios de plataformas de diversa índole.

Pugilato oratorio llevado a cabo en el Nolich (Coworking, Plató y Espacios de Rodaje) escenario que, con anterioridad, había sido lugar de presentación del cartel de la 11ª edición del Festival Internacional de Mediometrajes de València La Cabina, en la que su autor el historietista César Sebastián declaraba abiertamente: “La gente tiene miedo a dibujar”, en un marco donde cualquier herramienta de dibujo están computerizada. Linares posicionado en los usos tradicionales defendió los valores del entorno natural, su magia, la luz que transmiten, “Soy partidario de rodar aquello que está; soy muy tontorrón, muy romántico”. Y, el público básicamente millennial, permaneció atento hasta el final, sentado frente a una gran pantalla y a la mesa construida con tubo amarillo de andamiaje, madera y ruedas, donde los disertantes protagonizaron la segunda entrega de “Xarraeta y cerveseta”, moderada por el geógrafo melianero Vicent Molins.

“Soy más del audiovisual y del mañana a qué hora quedamos para rodar” se apuntaló Linares en su postura afirmando que “El cambio en España, todavía no ha llegado”. ¿Quién lo dudaba? “De los cambios más recientes en esto, fue el Ministerio del Tiempo; ni La casa de papel ha llegado a desarrollar entorno más allá”. Lento transitar para una tecnología imparable que en España aún es un hito en entornos televisivos. Fernando Carrión, productor independiente y ex vicepresidente de AVEPA (Asociación Valenciana de Empresas Productoras de Animación), al hilo de la cuestión, recordaba los años sesenta y setenta cuando “La tele era un tótem. De repente han cambiado los hábitos de consumo, la gente está cansada de ser un receptor pasivo” y citó a Ricardo Montesa, (CEO y fundador de Brainstorm Multimedia), como un pionero de las nuevas tecnologías. Dado el incuestionable requisito de nuevos productos, plataformas y soluciones con estándares de calidad en la cuarta revolución ¿A qué viene empujar a la gente a la regresión? Para el economista John Maynard Keynes “el principio de la demanda efectiva revolucionaba la teoría económica tradicional. En el prefacio de la General Theory habla de que “marca nuevas rutas” y de su “forcejeo para huir de las formas de expresión y de pensamiento habituales”, (“Crítica de la economía clásica”)

La industria, desde el paleolítico, con el homo haciéndole hueco al cerebro en su cráneo frontal, ha ido avanzando en técnicas e inventiva, labrando instrumentos que, progresivamente superaban al rudimentario utillaje prehistórico. El homo habilis, mediante artilugios de propia creación se posicionó como “el primer hacedor de útiles” y aquellos escarceos primigenios de industrialización “(chopper y chopping tolos, tajos y cuchillas)”, posteriormente devinieron en “biface”, tal como relata Pericot en “Humanidad prehistórica”. De ahí, hasta el tótem digital, ha sido cuestión de unos pocos millones de años. ¿Ahora vamos a volver a la búsqueda del fuego? Tal como teorizaba J. Piller, en mil ochocientos ochenta y nueve: “Los hombres reconocieron la necesidad de dar a cada colectividad y a cada individuo un nombre permanente, fijado por la escritura…El totemismo no nació, pues de una necesidad religiosa, sino de una necesidad prosaica y práctica”, (“Tótem y tabú”, Sigmund Freud). ¡Pragmático y funcional!

Niños y niñas “Tiene muy claro lo que quieren”, entiende perfectamente el léxico tecnológico, “Escape room (experiencia de gamificación) ya está en sectores educativos”. Digital Jove (Cinema Jove) coordinada por Fernando Carrión nació “para las nuevas narrativas digitales de la creación”.

Poquísimas son las compañías de artes escénicas que asocian escenografía y tecnología digital. “Tic-Tac”, premio Max al mejor espectáculo musical, mediante proyecciones y fondos informatizados, realza la obra escrita por Carles Alberola, Rodolf Sirera y Pasqual Alapont, y las solventes interpretaciones como la de Tony River.

“Al final la tecnología es una herramienta, lo mejor es conocer el mayor mundo posible” dictaminaba Pons convencido de que “las nuevas generaciones están cambiando en su manera de consumir, hay gente que se ve una serie en dos días”, cuando antes los episodios eran semanales o diarios. Tres profesionales, tres trayectorias, tres análisis y tres infancias protagonistas de un debate. Carrión: “Cuando descubrí el Cinexin fui feliz”, Pons: “De pequeño me gustaba el mundo de los videojuegos”, Linares: “El super 8”. ¡Ya estamos en el futuro! Aviso a navegantes enrocados. Nuevos dispositivos para contar historias se hacen con un público ajeno a herramientas visuales tradicionales. Carrión no desdeñó el denominado “efecto Port Saplaya” para evitar un exagerado hiperrealismo. En el mundo de la animación, hoy en día, las herramientas digitales son ineludibles. Mundos virtuales donde es posible meter cámaras “Hay que ver lo que se está haciendo fuera”. Existen firmas comerciales como Prada, que subvencionan experiencias virtuales inmersivas: “Carne y arena”, la historia de un espalda mojada. En esta industria, como en toda floreciente empresa, el leviatán del intrusismo acecha y es un tema complejo.

¿Cuál es el perfil más demandado en esta industria de galopante implantación digital?: “El iluminador digital”, afirma Carrión, mientras Pons aconsejaba: “Si te gusta hacer algo, que lo hagas mucho”.

“Hasta nuestro días los objetos suntuarios siguen conservando su importancia crucial en la construcción y mantenimiento del rango social. Pero su mensaje ya no es el mismo”, escribió en mil novecientos ochenta y cinco Marvin Harris en “Jefes, cabecillas y abusones”. Pregunta: ¿Qué atesoraran en el futuro quienes necesitan ser lo más de lo más?