Ejercicios de estilo, por Martín Que No. Interrogatorio: ¿El talento o la falta de talento se heredan? ¿Pudo el sobrino de Wittgenstein disponer por transmisión genética de la profundidad analítica de su tío? ¿Disfrutó Nicómaco de la sagacidad de su padre Aristóteles? ¿Heredó Marcela Lagarde la inteligencia, el humor y el feminismo de su padre biológico? ¿Y el hijo de Gento, corrió la banda como su padre? ¿Legó su talento Virginia Wolf a sus sobrinas? ¿Quizá el hermano de Jack el Destripador compartió de un modo natural los vicios criminales de su hermano? ¿Creen ustedes que estoy esperando una respuesta? ¿Se preguntan por qué me pregunto? ¿Por qué no acabo de una maldita vez? ¿Puedo seguir, sin embargo? ¿Por qué han fichado en Vox a la sobrina de Rita Barberá, disponiendo de las gracias de Sentandreu y del arriba España de J.L.Roberto? ¿Por qué están esperando el sí del niño de Vicente González Lizondo, llamado Vicente González Lizondo? ¿Puedo añadir algo? ¿Por qué no incluyen en las listas a la mejor amiga de Paquita la Rebentaplenaris, intendente en la batalla de València, o a la nieta de Charles Bronson, que tiene casa en Xàbia? ¿Quieren que siga? ¿O no?

Ejercicios de estilo, por Martín Que No. Onomatopuyas: ¡Jo!, estaba yo medio dormido, zzz : 2, cuando de pronto, ¡zas!, un titular de este periódico me despertó, ding-dong-ding-dong. La arqueológica RACV (Renovados Ánimos Contra los Valencianohablantes) declaraba, bla,bla, bla y pío, pío, con chulería, quiquiriquí, la guerra al «pancatalanazismo», ¡tunda, tunda y oé! La verdad es que la cosa me cabreó, brr, brr, brr. Lo sospechaba, goñi, goñi. Cuando un tontolaba que responde, ¿sí, dígame?, por Tom Hazlett se inventó el término «feminazi» y feminazismo, ¡agg y puaf!, todas supimos que tendría descendencia, ajo, ajo. Y así ha sido: éramos pocos y parió, ¡ay!, Aparicio, ¡enhorabuena!, miembro activo y arqueólogo de la batalla de València como la analfabeta Paquita, fiu, fiu y ¡pumba, pumba!, hablando, ¡veas tu!, de «pancatalanazismo», ja, ja, ja, mucha palabra para tan poca realidad y contenido semántico. Supercalifragilisticoesperiladiso. Antes de proseguir y ahogarme en arglumentos, ¡glu-glu-glú!, ¿podría el susodicho explicarnos en un chis-plás a qué tontería se refiere con eso que mezcla el pas, pasa, pan con el catalán y el nazismo? Y eso tan bonito de que «el pueblo valenciano recupera el buque insignia de la lengua valenciana»: ¿él y Manglano el buque insignia de qué y de quién? ¿Buque? ¿Insignia? ¿Submarino amarillo? De momento, se acabó, o sea, chim-pum.