En menos de una semana la prisión de Picassent - la «nostra»- ha dejado de contar con dos de sus inquilinos más escurridizos. El expresidente de la Generalitat y exministro del Gobierno de España, Eduardo Zaplana, y quien jha sido hasta siete veces conseller con todos los gobiernos autonómicos valencianos desde la democracia, Rafael Blasco. El primero recibió ayer la libertad por parte de la juez junto a dos de sus testaferros tras haber finalizado la investigación y haber recuperado la justicia seis millones de euros ‘del extranjero’, dinero supuestamente evadido a paraísos fiscales y presuntamente obtenido por el cobro de mordidas de adjudicaciones varias. El segundo vive ya en régimen de semilibertad tras cumplir tres años y siete meses de una condena del doble de años por desviar fondos destinados al Tercer Mundo. Y qué quieren que les diga: a mi los seis millones de euros de uno y todo lo que ha embargado el Estado al segundo para compensar lo saqueado me parecen migajas. ¿Cómo un cargo público logra amasar 6 millones de euros en su trayectoria política? Poderoso don dinero...Como su rastro, la vergüenza y la honra de algunos, desaparece con facilidad cuando más se le busca.
