En las últimas décadas ha habido un incremento exponencial del número de estaciones meteorológicas de «amateurs», observadores aficionados a la meteorología. Muy a menudo estos observatorios no reúnen las condiciones ideales para una medición correcta de las diferentes variables meteorológicas.

En algunos casos, la variable viento es la más difícil de medir puesto que en la ciudad la geometría urbana es intrincada, con presencia de edificios elevados que alteran la velocidad y la dirección del viento. Muy a menudo es la variable precipitación la que presenta muchas dudas sobre su fiabilidad. En este caso se deben tener en cuenta los metadatos, al igual que en las demás variables. También se debe disponer del mayor número de datos, si puede ser en formato subdiario, horario o minutal, con el objetivo de analizar si hay un elevado número de lagunas o valores «outliers» (fuera de rango) que provoquen que la variable precipitación sea imposible de analizar sin emitir conclusiones incorrectas, ya que presenta variaciones respecto a los alrededores que no se deben justificar por factores locales sino por problemas de la estación. Finalmente, la temperatura -variable meteorológica en la que teóricamente debería ser fácil de observar los valores incorrectos- es fácil que sufra problemas de fiabilidad. Esta falta de fiabilidad puede ser causada por muchas factores: el tipo de estación, el emplazamiento, la proximidad a fuentes de calor (chimeneas) y también las lagunas.