La Comisión de Pesca del Parlamento Europeo votó hace unas semanas el primer plan plurianual para la pesca demersal en el Mediterráneo Occidental. Con su rechazo a introducir medidas necesarias para detener la crisis de sobrepesca en este mar, los eurodiputados ignoran el compromiso que adoptaron en 2013 con la reforma de la Política Pesquera Común para recuperar todos los stocks pesqueros a niveles sostenibles en 2020. Ocho de cada diez poblaciones de peces del Mediterráneo Occidental sufren sobrepesca, incluyendo merluza, salmonetes y diferentes especies de gamba. Algunas de ellas están en riesgo de colapso.

«Los europarlamentarios no solo burlan la legislación, sino que hacen peligrar el futuro de la pesca en el Mediterráneo Occidental. Con la actual redacción del plan, habrá menos pescado procedente del Mediterráneo en las mesas de España, Francia e Italia y menos empleo en el sector pesquero, mientras los métodos de pesca destructivos siguen destruyendo la vida marina. Si el Parlamento Europeo desea atenerse a la ley, pronto no les quedará otra opción que cerrar pesquerías para evitar un colapso de poblaciones de peces irreversible. ¿Cómo se lo explicarán a los ciudadanos?», plantea Lasse Gustavsson, director ejecutivo de Oceana Europa