Tras las elecciones andaluzas, el triunvirato (Partido Popular, Ciudadanos y VOX) formado para gobernar esta comunidad ha provocado que la vida política española se tensione todavía más. De este frente común para "salvar" España del independentismo, tuvimos el pasado 10F en Madrid la prueba inequívoca del mensaje de estos "salvapatrias."

Enarbolando banderas, algunas de ellas con el aguilucho franquista (anticonstitucionales), pero parece que nadie ha dicho nada a este respecto; leyendo un manifiesto plagado de barbaridades, como se ha ido demostrando a lo largo de esta semana ... y nadie tampoco ha dicho nada; e insultando al Presidente del Gobierno y nadie ha dicho nada.

¿Es esto correcto? o mejor dicho: ¿Tenemos que aceptar los ciudadanos los insultos, las mentiras y las ofensas a representantes de nuestras instituciones? ¿En qué se ha convertido la política en este país? Como dijo Schopenhauer (1788-1860): "cuando se advierte que el adversario es superior y que uno no conseguirá llevar la razón, personalícese, sea ofensivo, grosero"

El triunvirato utilizando además torticeramente el tema del independentismo ha conseguido encolerizar a la ciudadanía de este país. Ya lo dijo Schopenhauer: "en caso de necesidad, también se puede no solo tergiversar las autoridades, sino falsificarlas sin más, o citar algunas que sean de nuestra entera invención". ¿Dónde están la educación y el respeto por los demás? Ni están ni se les espera. En sus tratados de pedagogía explicaba Kant que: "Solo por la educación el hombre llega a serlo, es lo que la educación le hace ser". ¿Qué tipo de educación han recibido estos políticos que no hacen más que insultar?

También es cierto que a la hora de negociar uno debe saber con quién negocia recomienda Aristóteles: "no discutir con el primero que se presente, sino únicamente con aquellos a quienes se conoce y de los que se sabe que tienen el suficiente entendimiento para no plantear algo demasiado absurdo y tener que quedar por ello expuesto a la vergüenza". Y para vergüenza la que hemos sentido al escuchar al señor Torra en Onda Cero, cuando afirmó que "la democracia va primero que la Ley, primero está la voluntad de la ciudadanía".

Señor Torra y seguidores: ¿acaso se creen ustedes los illuminati del siglo XXI, ese grupo secreto popularizado por la literatura de ficción?

No estaría de más señor Torra que tomara nota de las ideas de Adela Cortina en su conferencia Las raíces éticas de la Democracia (2010). Para esta filósofa, el futuro "es el de una ciudad cosmopolita, en la que todos los seres humanos se sepan y sientan ciudadanos; en la que no haya excluidos, sino miembros de pleno derecho".