El carnaval primero, después las pensiones. Así de sugerente es el título de un artículo de Bloomberg sobre la reforma de las pensiones en Brasil, que obliga a enmendar la Constitución y que llegó ayer al Congreso. El debate, no obstante, se retrasará hasta el 6 de marzo, después de Carnaval. «Los técnicos coinciden en que las posibilidades de tener una sesión de trabajo antes de las vacaciones son muy remotas», sostiene Bloomberg. La lectura del texto de Samy Adghirni me recuerda que Brasil y España no están tan lejos, sobre todo después de que anteayer el Pacto de Toledo, el tubo de ensayo del futuro de las pensiones, saltara por los aires a dos semanas del final de la legislatura. Nadie quiere posicionarse ante una campaña electoral que será intensa. Que después de casi tres años de negociaciones, los partidos hayan tirado la toalla por culpa de un adelanto electoral, sin ni siquiera ser capaces de consensuar un documento con recomendaciones al Gobierno, es descorazonador. Seguro que en Brasil acaban su reforma antes, aunque sea después de carnaval.
