“Contra la barbarie: Lucha Feminista”, fue el mensaje consensuado por el Moviment Feminista de València para la manifestación del Día Internacional de la Mujer. “La derecha fascista está comiéndonos el terreno que hemos construido en estos años; vivimos en un mundo cada vez más salvaje”, y en plena tormenta de ideas, estuvo presente el respeto a la diversidad, “Para quienes tienen movilidad reducida es importante no utilizar la palabra paso”.

Una poderosa ola agigantada por millones de mujeres en todas partes del país, defienden sus derechos, renuentes a ser tiranizadas como en aquellos terribles años en los que las mujeres, en España, no podían tener cuenta corriente (hasta mil novecientos setenta y cinco, tercer año de gobierno de Carlos Arias Navarro), debían pedir permiso a su marido para ir a trabajar, sacar el pasaporte, el carné de conducir, las solteras eran menores sujetas al consentimiento paterno para independizarse (todo esto hasta mil novecientos ochenta y uno, último gobierno de Adolfo Suárez y principio de Leopoldo Calvo Sotelo). Decidir no ser madres es otro estigma que soporta la mujer, algo que no sucede en el caso de los hombres; la bailarina Meritxel Barberá, en Àtic, reunida con otras mujeres de diferentes ámbitos laborales, declaraba: “Hay muchísimas mujeres, hoy en día, que no quieren ser madres, la sociedad nos induce a ello, pero no pasa nada por no serlo. Mola que esto lo digamos”.

Mujeres en todo el planeta son violadas y maltratadas impunemente, tanto física como psicológica, y tiranizadas económicamente. ¿Quién puede convenir con la esclavitud de mujeres que durante toda su vida trabajaron sin remuneración alguna, sin cotización? ”Dámasa y Camila, fueron como tantas otras hijas del Pueblo Español, mujeres de clausura, hasta el punto de quedarse sin hitos propios. El mundo de la servidumbre, tan nutrido en España, conservaba en aquellos años de la recién nacida República paisajes medievales, cual es el caso del Mercado o Feria de Criadas de Villargura. Un despoblado del término de Zalduendo, en la tierra de Juarros burgalesa. Fiesta anual, el 11 de junio, se celebró allí, desde tiempos en verdad inmemoriales, la feria de Criadas”, mercado de mujeres del cual no queda constancia más allá de un cuadro de Isidro Gil y unas pocas fotografías de Benitez Casaux; “Hasta la última Guerra, la de España de 1936 llamada impropiamente civil, las criadas y los amos de la comarca, y aun los venidos de luengas tierras, fueron a encontrarse en el despoblado de Villargura. La cotización oscila entre los sesenta y los setenta duros anuales, y “calzado de pie y pierna”, que exigen las chicas por derecho de tradición”, escribe el periodista madrileño Rafael Torres Mulas en su libro “Españoles, viaje al fondo de un país”. Torres, para “lindamagazine.es” con fecha del veintiséis de julio de dos mil doce, declaraba sobre la violencia machista: “Acaso no sería exagerado hablar de genocidio”. En la obra antes citada (biografías), el autor relata la historia de Ascensión Cuesta San José, Chon. “Su padre le propinaba, cuando por ser la mayor a sus 16 años pasó a desempeñar el papel de madre de la prole, unas palizas regulares, pero el día en que la chica rompió accidentalmente, mientras faenaba, su garrafa de vino, el padre tomó un cuchillo de la cocina y se fue a ella con la mirada torcida y con la intención de clavárselo en cualquier sitio”. ¿A todo eso es lo que se proclama volver o normalizar?

¿A quién conviene que la violencia machista se enmascare o eluda? ¿Cuál es la argucia? La manipulación. ¡La manipulación! ¡Sí! Manipular sarnosamente las querencias más ocultas generando dudas ante la barbarie. ¡Esclavizar! Torres escribe en otro de sus capítulos: “Desde que la joven había resuelto romper sus cadenas, el novio no había dejado de espiarla. Carmen se dejaba imprimir para la eternidad (óleo sobre lienzo de 70X92 cm, perteneciente a la colección Prasa en Córdoba; “El triángulo entre Blesa, Prasa y la finca de caza en la que ha aparecido muerto”, el confidencial.com, 19/07/2017)). Una de esas tardes, le salió al encuentro, la tomó del brazo, la sacudió violentamente, la insultó de manera abyecta, la empujó hasta empotrarla en la fachada del viejo hospital de Enfermos Incurables, y, desatendiendo sus protestas de inocencia, le hundió la navaja en el pecho. Julio Romero de Torres ya no volvió a saber más de ella. Pintando años después, La Malagueña, reprodujo a espaldas de la figura central, como fondo, su apuñalamiento”.

En los pueblos las mujeres se encuentran expectantes a cuantas directrices reciben de cara a la huelga y manifestación del “8 de marzo”. “El lema tendrá que reflejar la situación que viene. Frenar. Que no pasen”. Mujeres gitanas tuvieron presencia en la reunión, “Las gitanas estamos muy por debajo aún en la lucha”, somos: “Un granito de muchos” y, también quieren verse representadas en el mensaje de la pancarta. Se acercan tiempos de cambios y ante tal convulsión todo derecho ha de estar contemplado, blindado, salvaguardado, rescatado, prevaleciendo indemne a cualquier zafia estrategia ejercitada por poderes heteropatriarcales cabalgadores del totalitarismo.

“Estamos aquí para avanzar. Tenemos que dar una respuesta política”. Chato Galante, miembro de CEAQUA (Coordinadora estatal de apoyo a la Querella Argentina contra crímenes del franquismo), participó en la inauguración de Humans.Fest (X Festival Internacional de Cine y Derechos Humanos de Valencia) presentando la película “El silencio de los otros”(Premio Goya 2019 al Mejor Documental). Galante declaró: “Algunos de los que nos torturaron siguen siendo padres de la patria. Este país no hizo la ruptura democrática”; en la posterior celebración en Radio City, enumeró a los torturadores impunes “denunciados del grupo de València”. En palabras de Ana Aguado, catedrática, durante su introducción a la conferencia dada por la historiadora Mirta Nuñez Díaz Balart en La Nau, “El estado de guerra se mantuvo has mil novecientos cuarenta y ocho en València”. La dictadura franquista surgió de un acto violento”; por su parte, Nuñez recordó a Rosario Sánchez La dinamitera (“Yo luché en una época en la que las mujeres no luchaban”), inspiradora de un poema de Miguel Hernández. “También se fusilan mujeres, por ejemplo en Madrid unas ochenta mujeres”, añadió Nuñez. Respecto a los campos de concentración dijo: “Las mujeres son menos y siempre aparte, en Alicante las meten en un cine, los niños van con la mujer”, allí, “la suciedad es una manera de humillar a las personas”.

En la pantalla instalada en el escenario del teatro Talia se proyectó la entrevista retrospectiva realizada por Giovanna Ribes a Carmen Alborch: “Nosotras estamos aquí gracias a otras mujeres. Soy sobretodo feminista”. Ribes, levantando un abanico rojo, y secundada por el público, al finalizar, gritaría: “Por ti Carmen” añadiendo el indeleble lema: “Ni un paso atrás”.

Tras veinticinco años creando mensajes, “Tenemos que dar respuesta a lo de ahora. Hemos trabajado muchos años con Franco vivo”. Las mujeres seguimos estando al pie del cañón. “No somos tan diferentes” y unidas siempre sobreviviremos a quienes “Nos quieren dividir” mediante artimañas.

Escribía la periodista y corresponsal Maruja Torres.en “Mujer en guerra. Más masters da la vida”; que, durante la guerra de Beirut, “Rodolpho Paulikevitch, jefe de prensa del general Michel Aoun, se lio a patadas contra la puerta de mi habitación del hotel Alexandre, con la aparente intención de derribarla, Rudy proclamaba ahora su insospechada pretensión de acabar la noche en mi cama. También dejó de llamarme Marucca, y se dirigía a mí usando el menos agradable pero igualmente incorrecto apelativo de puttana”.

Lo que se está viviendo en Andalucía es barbarie”. Jesús Greus, escritor y músico, en su estudio y posterior publicación: “Así vivían en Al-Andalus”, describe como “La familia hispanomusulmana se basaba en el patriarcado (el padre de familia tenía poder sobre la esposa, los hijos, e incluso los servidores); los pobres eran monógamos por necesidad, pues no tenían dinero para mantener a más de una esposa. En Al-Andalus hubo mujeres que lucharon por su libertad”.

“No tener acceso a la sanidad es una barbarie, que seamos las mujeres las cuidadoras también es una barbarie”. Desde tiempos remotos las mujeres han sido esclavizadas, han padecido trabajos forzados ostensibles o camuflados, y explotación sexual. Todo perdura y en todos los continentes del planeta. Mª José Díaz, técnica de RENFE Valencia, en el encuentro “Dones sense limits” (“València sense límits”) confesaba públicamente “Hay casos de acosos laboral y sexual. Nos marginan y nos anulan. En RENFE no hay mujeres directivas, los directores se eligen entre ellos. Me ha surgido la necesidad de contároslo”. También participaron, en representación de FOTUR (Federación de Ocio, Turismo, Juego, Actividades Recreativas e Industrias Afines de la Comunidad Valenciana), la barmaid Vanessa Pérez, primera mujer campeona de España de coctelería, título obtenido en lid con plena integración de la igualdad de género, lamentaba que “Nadie sabe que la primera mujer campeona es valenciana, nadie nos ha dado una palmadita en la espalda. La mano que mece la cuna es la que dominará el mundo”; y la cantante Josephine Sweet declaraba estentóreamente: “Todas somos fabulosas”. Por su parte, la Dj Mónica X manifestaría: “Si existiese ayuda habría mujeres que tendrían hijos (hijas)”.

“Se han escrito abundantes novelas y comedias cuyos autores criticaban furiosamente a las mujeres (particularmente en los Estados Unidos, pero también en Inglaterra), retratándolas como bravuconas y traidoras, pero, sobre todo, como zapadoras que segaban la hierba bajo los pies. Sin embargo, en escritores masculinos, estas actitudes solían admitirse y aceptarse como bases filosóficas sólidas y normales, y en ningún caso como reacciones propias de individuos agresivos o neuróticos o misóginos. Desde luego que todo sigue igual, pero, aun así, alguna mejora se advierte”; escribe la premio Nobel de Literatura y feminista Doris Lessing, en el prefacio de la novela, premio Medicis 1976, “El cuaderno dorado”, publicada en mil novecientos sesenta y dos, año en el aconteció lo descrito por “píkaramagazine” (06/03/208): “Las mujeres que pararon dos meses a Franco”.