Sofía Torres, Mónica Bragado, Lydia Castellanos, Rebeca Julve, Esther Deltell, y otras más, fueron ejemplo a seguir por muchas de nosotras y pioneras en la apertura de un colegio profesional, como el de Ingenieros Industriales de la Comunitat Valenciana, a la presencia de la mujer en las Juntas de Gobierno y Provincial.

Lugares de toma de decisión colegial y profesional cuyo testigo, actualmente, está recogido por Amparo Gil, Esther Pavía, Elena Lluch, Eva Marco, Myriam Roselló, Pilar Bueno y Nieves Romero, y secundado por el fantástico equipo de gestión dirigido por Violeta Frías, con Inmaculada Torres, Ana Gómez, Teresa Goiricelaya, Maribel Galera, María Climent, Yolanda Navarro, Amparo López, Diolinda Moreno y Patricia Pilato, junto con Luis Hernández y José Luis Gallego.

Además, y tras el nombramiento de Esther Deltell como primera Secretaria de la Junta de Gobierno, en esta nueva época iniciada a finales del 2017 y principios del 2018, fue designada la primera Presidenta de una Junta Provincial Nieves Romero, con la continuidad, en un puesto de Secretaria, de otra compañera, Amparo Gil.

Ambas dos secundadas por Esther Pavía, como Presidenta de la Comisión de Desarrollo Profesional, y Elena Lluch, como Presidenta de la Comisión de Colegiación, así como por la excelente labor del resto de vocales, con un excelente trabajo y resultados, en el día a día colegial.

Ejemplos queremos ser, en un día como este 8 de marzo, para todas las jóvenes y mujeres, lanzando el mensaje de que la Ingeniería, y en nuestro caso, la Industrial, no es cosa de género.

Es necesario un cambio de mentalidad de las más jóvenes para que vean que una carrera técnica, de ingeniería que conlleva dificultad, no es cosa de género, sólo requiere esfuerzo y tenacidad para conseguir lograr un título de habilitación en una profesión de más de 160 años de vida, como es la de Ingeniero/Ingeniera Industrial, con mucho presente y aún mejor futuro inmediato.

Nuestro presente ha girado hacia la transformación digital que nos aboca a una era marcada por la velocidad en la transmisión de la información, en el procesamiento de datos y la inmediatez en la ejecución de procesos, donde se requiere que las nuevas tecnologías no sean disruptivas, necesitándose de nuevas experiencias tecnológicas que no provoquen fricción con los usuarios.

Y es ahí en donde la visión de la mujer ha de estar presente, con el fin de que la inteligencia aumentada, los asistentes virtuales y la mejora de procesos no tengan una personalización sesgada de género.

En este de 8 de marzo, no queremos acabar sin recordar a las 146 personas que fallecieron en una fábrica textil de New York que dio pie para que, en 1975, la ONU lo declarase como el Día Internacional de la Mujer.

Día de conmemoración en el que sólo nos queda felicitar a todas las mujeres y desear que las jóvenes se decidan por carreras técnicas, ya que nuestro futuro, en esta era digital y con un presente por diseñar, mucho está por definir y necesita de nuestra visión para que no se generen fuentes de fricción.