Efectivamente, el título se refiere a nuestra ciudad de València , durante un corto espacio de tiempo capital de la República Española. Y ese es el título de un reciente libro editado por Marta García-Carrión y Sergio Valero y publicado por la Universitat de València. La Historia, el pasado, es uno de los aspectos de nuestra vida individual y colectiva que nos permite entender y contextualizar el presente, y aún en ocasiones poder prever o actuar sobre el futuro.

El tema de la Guerra Civil, no por muy estudiado nos aporta continuamente nuevos hallazgos, nuevas visiones, nuevas fuentes… Un tema tan trabajado y la mismo tiempo tabú en nuestra sociedad. Y ahora, parece que aún más en tiempos en los que una vuelta atrás está en opción. La República, la Guerra Civil, la postguerra, la dictadura. Memorias que nos han sido negadas, insisto a pesar de la gran cantidad de investigaciones al respecto. No solo una memoria histórica, sino también una memoria de nuestra sociedad española y valenciana y también una memoria familiar y personal. Una visión abierta, desde la Academia, con estudios en el entorno de ambos bandos, con una perspectiva global, con la mayor rigurosidad.

El libro toca muchos temas: los nacionalismos y la Guerra Civil, la Educación, el antifascismo, la posición y acción de la Iglesia Católica, las revoluciones dentro del territorio o republicano, la solidaridad internacional, los libros de texto, el arte, el cine, la mujer, el Patrimonio histórico artístico, la vida cotidiana, los abastecimientos, los niños, la memoria. Llevando, además un Cd con numerosas y valiosas aportaciones.

Desde una perspectiva valenciana: «Bastaría escuchar la voz de nuestra sangre valenciana para ser antifascistas», en palabras de Ángel Gaos en el teatro Olympia de València en 1936 a los pocos meses de estallada la Guerra, que comenta Ferran Archilés en su artículo.

Porque València tuvo una gran presencia en los procesos que aquí se estudian. Y es un elemento a reivindicar, pues no solo forma parte de nuestra memoria sino también de nuestro Patrimonio.

«No dejes de recordarlo tú y no dejes de recordarlo a otros», en magnífica entrada de sus editores. A esto ahora algunos lo llaman abrir heridas, pero precisamente es lo contrario: cerrarlas.