“El setenta por ciento de enfermedades tienen un factor emocional. Yo vivía mucho en la cabeza y (la Gestal, corriente de la psicología moderna) me ha hecho conectar con mis emociones”. Mireia Darder, doctora en Psicología, sentada con las piernas cruzadas Padmasana, postura de loto) sobre el asiento de la silla, disertaba en Wayco l´Eixample, espacio de cotrabajo físico y virtual, sobre esta terapia humanista. Hija de intelectuales progresistas, “En mi casa me decían si me había metido en una secta”, en la charla exaltó el “Sacarnos de encima los deberías y hacer las cosas desde el sentir, el placer”, trasluciendo su pleno convencimiento de que, “Las culturas que están conectadas con el cuerpo son más alegres”.

“Todo el mundo ya sabe lo que son las emociones”. Sin duda. Y también padecen la manipulación de estas, tanto en lo privado como en lo social, a tenor de lo cual, apuntar lo dicho en la conferencia de Manuel Jabois en La Nau, “Mentiras en la era de posverdad”, en la que el periodista gallego dictaminaba: “Lo que se busca es manipular la emoción del receptor”. “¿Qué hago yo con toda la ira generada? Hay empresas y gente dedicadas expresamente a esto. ¿Qué pasa cuando cierras el foco? Remueves las emociones”.

En base al veredicto de la también escritora barcelonesa de: “Si uno consigue aceptarse a uno mismo, es más fácil aceptar a los demás”. ¿Qué decir de quienes solamente abonan desacreditación y fobias? Atrapados en un sistema que insufla constantemente metas a conseguir, que instala en paralelo trampas para el desánimo y las violencias, la insania psicológica se abona sin ninguna clase de remordimiento; “Tengo veintisiete años y no tengo trabajo, ni pareja”, es el lamento de un joven español harto de no alcanzar esas metas sistemáticas requeridas para sentirse partícipe de la integración. “En la medida que yo me acepte voy a estar más saludable” aleccionaba Darder al nutrido auditorio; pero la fórmula instalada es la de que jamás se alcancen los suficientes logros que impidan el auge de insatisfacciones tanto en el nivel social paupérrimo como en las cimas elitistas donde, por generación espontánea, surgen la avaricia, codicia y envidia.

“Vivimos en una sociedad en la que estamos constantemente cansados, a través del cuerpo se expresan las emociones bloqueadas, tener un cuerpo relajado es súper importante”. Pero ¿es posible tal relax? ¿Para quién? En cualquier escena de dominio el agotamiento se considera turbia e inefable arma de sumisión. Personas reventadas, famélicas, desposeídas son fácil instrumento para cualquier régimen. Cuerpos agotados abocan a personas a relegar sus impulsos, sueños, ideales. José Luís Trechera, gaditano doctor en Psicología y profesor de Psicología Social y habilidades de Dirección en la Universidad Loyola Andalucía (privada y perteneciente a los jesuitas), en el capítulo titulado ¿Qué nos pasa? de su libro “La sabiduría de la tortuga” escribe: “El cuerpo es muy chivato y funciona como caja de resonancia que nos lanza llamadas de atención para que nos interpelemos y cambiemos el registro”, así mismo, dicho autor cita una encuesta realizada por Holmes y Rahe, donde puntuando acontecimientos vitales que impactan en el ser humano, en la denominada escala de estrés alcanza la mayor puntuación la muerte del conyugue, a continuación el divorcio y en tercer puesto la separación conyugal, ocupando el último puesto los problemas con la justicia. ¿Y en otras culturas no estructuradas al estilo de nuestro sistema?

“Todos los animales tienen emociones básicas”, apuntó Mireia Darder. Como dijo el escritor danés Johannes Vilhelm Jensen, premio Nobel de Literatura en mil novecientos cuarenta y cuatro: “Ir hacia los animales significa ir hacia nuestro propio hogar”.

La cofundadora del Institut Gestal de Barcelona habló de “La posibilidad de estar en el vacío fértil”; ese logro de estado alfa pensante, sublime y ansiado, donde “Las necesidades son muy básicas. Igual no necesito tanto”.

“Hay que dar espacio al miedo del pasado, escuchar a ese niño que pasó tanto miedo”; en la página web de La Vanguardia con fecha del cinco de marzo de dos mil diecinueve aparece el titular: “Un exalumno de los jesuitas de Sarriá denuncia a dos religiosos por abusos sexuales”. “Eso sería una Gestal emocional. Hay que hacerlo con alguien que te reconozca. A medida que se ventila el miedo desaparece. Todas las emociones cuando se expresan desaparecen, siempre que no estén contaminadas por el razonamiento”, apunta al respecto la disertadora.

Con mirada baja, bebiendo continuamente sorbos del botellín de agua colocado al pie de la silla y riendo estentóreamente en algunos momentos, Darder aseveró: “Las mujeres tenemos mucha capacidad para el placer”, entrevistada al respecto declaraba en marzo del año dos mil catorce; “El patriarcado supone que la mujer no tiene deseo, cuando en realidad tiene muchos órganos para sentir placer”, (www.consultas.com). ¿Por qué censurar, reprimir, lacerar, denostar la energía intrínseca del cuerpo femenino?

“Tenemos el universo dentro. Yo creo que la mujer tiene ahora un buen momento para retomar esa feminidad que le devuelve esa fuerza. Las oscuras (mujeres) son las más interesantes. Con el arte vierto mi inconsciente”, fueron algunas de las frases dichas por la pintora madrileña, habitante de la plena naturaleza en la sierra Calderona, Maribel Cobo, durante la presentación, el pasado veintiocho de febrero, en la Biblioteca de la Dona, de su obra pictórica y collages estudio de los arquetipos femeninos..

Deambular por la dimensión de sensaciones ayuda al desdoblamiento de cuanto de realidad acontece, despertando la osadía adormecida, mediante sentidos transmisores como el gusto, “Dulce es el sabor que más nos acerca al amor” comenta con un embelesador acento Gabriela, una de las dos hermanas mejicanas directoras de una experiencia gastronómica denominada cocina de diseño emocional, Club de Arte, Gourmet&Food, en pleno barrio de Ruzafa. Mientras que Cristina, frente a un grupo de parejas jóvenes, afirmaba: “Con los alimentos naturales queremos que su frecuencia vibratoria suba; cuando vibramos arriba, es amor, cuando vibramos abajo, es miedo”.

Represiones contenidas en el inconsciente, positivas o negativas, se ceban en este trabajando principalmente con la simbolización, mientras que la lógica radica en el consciente. El catedrático en neurociencia y director del Instituto de Cerebro y Creatividad Antonio Damasio considera que “investigar emociones y sentimientos es casi una necesidad política. Nos enfrentamos a un problema de divulgación. Hoy sabemos muchísimo sobre la biología neuronal de las emociones y los sentimientos, pero tenemos que ser capaces de trasladar nuestro conocimiento científico al público en general y, también, a los políticos”.