En las sociedades urbanas y tecnológicas del siglo XXI hay muchos menores que no realizan apenas actividad física fuera de dos únicas horas de clase a la semana; y mucho menos llegan a los 60 minutos al día recomendados por la OMS en el tramo de edad de 5 a 17 años. El deporte escolar organizado por nuestros ayuntamientos y por la Conselleria se ha convertido en una gran herramienta para que los niños y niñas de nuestra Comunitat puedan acercarse a la cantidad de ejercicio físico recomendado por los expertos en salud. Un deporte que en la mayoría de casos se realiza en las instalaciones deportivas de los colegios e institutos, y son y deben ser una extensión de los objetivos educativos del centro. La inmensa mayoría de ellos no solo no segregan a los alumnos por sexo sino que tienen objetivos coeducativos a favor de la igualdad de género.

Desgraciadamente el deporte escolar no escapa de la herencia cultural dominada mayoritariamente por un tipo de deporte adulto, masculino, enfocado a la competición y hegemónicamente controlado por las federaciones. Y es así a pesar de que cada vez más lo reconocemos como una herramienta magnífica que pueda ofrecer salud y transmisión de valores positivos para la ciudadanía. Para que sirva a este interés general se necesita de la valentía de responsables políticos que a la luz de las investigaciones pedagógicas decidan seguir dando pasos adelante.

Ya hace años que los Juegos Deportivos van adaptando sus características para servir primero a objetivos pedagógicos (participación conjunta de niños y niñas, ausencia de clasificaciones en edades de primaria, adaptación de reglas y espacios deportivos, valoración del juego limpio…). Adaptaciones que se han ido haciendo de la mano de las federaciones que, en la mayoría de los casos, colaboran y entienden que el deporte de promoción se diferencia del de rendimiento. Igual que deben entenderlo los responsables de escuelas deportivas, entrenadores, padres, madres y los chicos y chicas que deciden formar parte de un campeonato escolar y no de uno federativo.

Les Corts Valencianes con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Educación No Sexista instó al Consell a promover las medidas necesarias para incentivar en las escuelas públicas la formación de equipos mixtos en las actividades deportivas escolares y extraescolares y en los campeonatos que se organicen. Con ese espíritu se abrió la posibilidad a la participación de chicos y chicas en todas las categorías. Una medida que va a favor de la inmensa mayoría de alumnas del sistema educativo valenciano porque intenta bajar la tasa de abandono femenino en la adolescencia al cambiar de centro y no poder seguir jugando con sus compañeros de clase.

La competición escolar mixta puede haber sorprendido a algunos participantes inscritos, bien porque no comparten sus objetivos (y siguen segregando por sexo en sus aulas) o bien porque no los entienden. Hay ya un consenso amplio que habla de estructurar la competición por edad y nivel, no por sexo, en consonancia con el conjunto del sistema educativo. Aunque los equipos mixtos no garantizan necesariamente por si solos la equidad funcionan también como motor de cambio, para continuar el camino a la igualdad emprendido hace muchos años por la inmensa mayoría de las estrategias docentes. Así, seguiremos adaptando las reglas de los deportes y estableciendo una planificación y metodología coeducativa para ir derribando poco a poco los estereotipos sexistas y crear espacios libres de discriminación en el que tanto las chicas como los chicos puedan utilizar el deporte para desarrollarse desde valores de libertad, respeto e igualdad.