Me pregunto por qué la izquierda sigue empeñándose en intentar hacer verdadero el falso mito de que las Fallas son terreno abonado para la derecha. Bien es cierto que desde el error histórico del PSPV local de dejar de lado a la fiesta en su ideario de ciudad han cambiado las cosas y sus actuales responsables parecen conscientes de la importancia de apoyar y estar junto a los falleros. Sin embargo, la izquierda en general -al margen de la implicación pública de Compromís con una Mónica Oltra fallera de toda la vida y un Pere Fuset cargado de simbología pero incapaz de reducir a los sectores más conservadores de la fiesta- sigue sin comprender la necesidad de empatizar con el universo fallero. No de otra forma se pueden entender las ausencias, en plena precampaña además, de Pedro Sánchez o de Pablo Iglesias, que han delegado en ministros o segundos de la organizazión, mientras que desde la derecha, Pablo Casado, Albert Rivera o Santiago Abascal no han dudado en dejarse ver por València.
