Los tiempos de la justicia son inescrutables. O eso hay que creer. El PP valenciano tiene la mosca en la oreja por el «curioso» momento de la detención del cuñadísimo de Rita Barberá. El mensaje subliminal tras esa reflexión es que no sorprende la caída, que es como decir que podría haber sido años antes, pero dejemos esa derivada... La reacción de los populares recuerda a la de los socialistas después de la «aparatosa» detención de Jorge Rodríguez. Algunos señalaron entonces que se producía en los minutos de descuento del PP en el Ministerio del Interior. Con todo lo que se ha sabido después que pasaba en ese despacho, vaya usted a saber, pero por salud mental colectiva tendremos fe inquebrantable en el azar de la justicia. En todo caso, es discutible si con la operación sale más dañado el PP o Vox, cesta donde la familia Corbín Barberá ha acercado sus polluelos. Es lo que tiene beber de fuentes peligrosas. Todo eso si es que algo que sale en los medios de comunicación daña a Vox a estas alturas.
