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Resentimiento a flor de piel

Màxim Huerta ha salido del armario y ha roto el silencio autoimpuesto desde lo sucedido. Es posible que en breve se percate de que calladito estaba más guapo.

Y eso que hace un par de meses tuvo una reaparición de chapó al protagonizar una de las mejores guindas de la ceremonia de los Goya prestándose a entregar el premio al mejor corto de ficción bajo el siguiente correlato: «No se preocupen que ya saben que soy breve». Me pareció un acierto por encima del personaje, quien en la entrevista que ha concedido a la revista Icon remarca lo que para él supuso el gran respaldo cosechado entre los asistentes: «Me hicieron la mitad de la terapia. Salí como quien sale de unos baños termales».

El guión que ha soltado ahora por la boquita sí que es suyo testificando así la sinceridad de sus palabras: supuso, efectivamente, la mitad de la terapia. Y, por lo visto, áun le quedan dentro espinas desde el recibimiento hasta la despedida pese a lo meteórico del mandato: «Nada más ser nombrado, noté los prejuicios. En los medios que van de progresistas trataron mi aparición a modo de burla. Les parecí tan exótico... Llegué a sentir que preferían a Wert». Hombre, por Dios, es que olvidar a aquel torete enamorado de la luna no se consigue en dos días. Menciona haber sido satanizado por aterrizar desde el sofá de Ana Rosa, que es de donde procedía, y denuncia que nadie destacaba, sin embargo, «los años de informativos en Canal 9». Y encima se queja.

Supongo que uno de los últimos pasajes que repasa alimenta el libro «Intimidad improvisada», a punto de ser lanzado: «Cuando salió lo de Pedro Duque -que tenía un chalé a nombre de una sociedad instrumental, supuestamente para eludir impuestos-, tuve una crisis muy gorda...». En ese instante me reconcilié con nuestro género, lástima que al seguir leyendo duró muchísimo menos que su paso por Cultura: «... Vi la diferencia de trato de los medios y del Gobierno». El de Màxim, un gran reflejo de la condición humana, que baña de aquí y a la luna como bien señala.

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