Los valencianos somos ligeramente más de derechas que los españoles (que la media de ellos, entiéndanme) y nos preocupa más que a esa entelequia demoscópica el paro o la calidad del empleo.
Curioso, tanto dar la lata con Cataluña y va y no preocupa tanto como cuestiones tan simples y mundanas como el desempleo, la precariedad laboral o los problemas sociales. Y esto no es una peculiaridad valenciana: pasa lo mismo en todo el país. La independencia de los vecinos del norte inquieta al 10,9 % de los valencianos: quiere decir que la sitúan como uno de los tres principales problemas que existen en España. Por comparar, el paro quita el sueño al 63 %. Lo más interesante de las encuestas del CIS no son las estimaciones de voto, sino esa letra pequeña que suele pasar desapercibida y que habla de tendencias sociológicas y estados de opinión. Mirarse en ese espejo depara siempre pequeñas sorpresas. Sucede que va y los valencianos nos definimos como nacionalistas en menor proporción que el resto de los hispanos (incluidos en esa categoría catalanes, vascos y gallegos), a pesar de ser de la periferia a la vista del mapa y tener una lengua y una cultura propias, según cuentan los clásicos. El contagio secesionista, de haberlo, está claro que es un fracaso total, a pesar de los pregones de PP y Ciudadanos. Si el CIS no engaña (en cuestiones que no conciernen a la cocina electoral, la institución del zarandeado José Félix Tezanos no suele estar cuestionada), los valencianos nos declaramos más feministas y ecologistas que nacionalistas. Pero sobre todo nos definimos políticamente como conservadores y socialistas (bastante más, por cierto, que como socialdemócratas). Ni siquiera en Cataluña la mayoría se define como nacionalista. Es la quinta opción por orden de preferencia. A ver si al final el eje ideológico de siempre, el de derecha e izquierda, va a ser más importante que el identitario y sentimental, a pesar del procés y todo lo visto y escrito sobre Cataluña. A ver si al final vamos a ser normales. Pero entonces, ¿de dónde sale Vox? ¿A quién le colgamos este monstruo?
