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Las legumbres

Un alimento fundamental en la dieta mediterránea

No hace falta que lo digan los expertos. Basta echar un vistazo a nuestro alrededor, para darnos cuenta de que los hábitos alimentarios dejan mucho que desear. Porque, la sustitución de la dieta mediterránea tradicional, por esa otra rica en grasa animal, nos ha colocado a la cabeza en Europa como los más obesos, con todas las consecuencias que ello conlleva: enfermedades cardiovasculares, diabetes -en edades cada vez más tempranas-, hipertensión, aterosclerosis...

Por eso, desde hace años, los expertos en nutrición insisten en que tenemos que aprender a comer. Y teniendo en cuenta que no existen fórmulas mágicas que permitan comer todo lo que nos de la gana y eliminarlo como si nada hubiera pasado. O sea que si queremos cuidarnos, tenemos que incrementar la actividad física, y mejorar los hábitos alimenticios, dejando de consumir alimentos preparados comercialmente y volviendo a la dieta mediterránea, con baja ingesta de azúcares y alto contenido en fruta, pescado, verduras, legumbres.

Sí señoras y señores, he dicho legumbres, porque constituyen un alimento concentrado, por su alto contenido en materia seca, y su importancia se pone de manifiesto al comparar su composición con la de otros alimentos fundamentales. De esta manera, las legumbres son ricas en proteínas (necesarias para la formación y reparación de los tejidos), sales minerales (calcio y hierro) y vitaminas. También presentan un alto contenido en fibra, elemento que escasea en las dietas modernas a base de alimentos preparados, y fundamental para evitar enfermedades como la apendicitis, cáncer de colon (teoría a estudio en el momento actual) y recto, enfermedades coronarias y cálculos biliares. Estudios con dietas que incluían varias legumbres, entre ellas judías y garbanzos, han comprobado que éstas combaten el estreñimiento, contribuyen a bajar el colesterol en sangre y son imprescindibles ante las anemias ferropénicas (anemias por falta de hierro).

Por otra parte, se ha demostrado que:

-las lentejas aportan hierro al organismo.

-los garbanzos alivian las úlceras duodenales y pépticas, aparte de disminuir la acidez de estómago, y además contienen grandes cantidades de sales minerales y vitaminas del grupo B.

-las alubias mejoran los niveles de glucosa en las personas diabéticas.

-por último, cocinadas estas legumbres en forma de puré, ayudan a los enfermos digestivos a mejorar problemas de hiperclorhidria (exceso de producción de ácido clorhídrico en el estómago.

Sabido esto, ¿no les parece que las legumbres no deberían faltar en una alimentación que pase por ser correcta y equilibrada?

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