Aunque cueste recordarlo, Ciudadanos no tuvo verdadero peso en la Comunitat Valenciana hasta las elecciones locales y autonómicas de 2015. Entonces obtuvo trece diputados autonómicos con Carolina Punset a la cabeza, y seis concejales con Fernando Giner de alcaldable. Fue aquel año el que empezó a escucharse el concepto de sorpaso para referirse a la posibilidad de arrebatarle la hegemonía del centro político al otrora todopoderoso PP, que ya presentaba numerosas vías de agua causadas por la corrupción y las crisis externas e internas.

En cuatro años, Ciudadanos ha aumentado en más de 150.000 los apoyos en las elecciones autonómicas y ha incrementado en más de 25.000 sus electores en la capital, produciéndose de facto el sorpaso.

Ese crecimiento merece un análisis, dado que el camino de Ciudadanos no ha estado precisamente exento de problemas estos años. Punset abandonó el partido en 2016. Alexis Marí y tres diputados autonómicos de la formación hicieron lo propio en 2017, dejando al grupo parlamentario con nueve de sus trece diputados iniciales. Las tensiones por el supuesto cambio de rumbo ideológico pasaban factura al partido de Rivera. A esto cabría añadir el dudoso papel de oposición de los diputados de Ciudadanos, al apoyar más de la mitad de las leyes del gobierno del Botànic, que junto a las abstenciones arrojan un 70% de bendición a las políticas del Consell progresista.

Ya en fechas más recientes, la llegada de Toni Cantó como candidato a la Generalitat tampoco supuso, de entrada, un bálsamo para Ciudadanos. A dos históricos como Emilio Argüeso y Juan Córdoba se les imposibilitaba ir en listas. En la capital, su líder en los últimos cuatro años, Fernando Giner, también tuvo que enfrentarse a una crisis que originó el abandono de dos concejales, mermando el grupo de concejales.

Pues bien, a pesar de todos estos avatares, los datos confirman el perdón de los pecados: la candidatura autonómica de Cantó ha subido cinco puntos con respecto a las pasadas elecciones, y Giner hace quince días colocaba a Ciudadanos como tercera fuerza, con un incremento de cuatro puntos. A días estamos de saber si su esfuerzo tras la travesía en el desierto se verá recompensado con la vara de la alcaldía. Al final de ese camino tiene que superar a la candidata popular, Mª José Catalá, política experimentada que se crecerá en los últimos días y a los dos candidatos progresistas, Joan Ribó y Sandra Gómez. Ni a babor ni a estribor se lo pondrán fácil y los últimos datos ya lo apuntan así.