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En voz alta

Puig y Ribó referentes en España

Si no hay sorpresas de última hora, Ximo Puig y Joan Ribó repetirán al frente de la Generalitat y el Ayuntamiento de València. Ambos han aprovechado su primer mandato para crecer - no mucho pero sí lo suficiente - y convertirse en los más votados desplazando al PP como el partido preferido de los valencianos desde hace más de un cuarto de siglo.

A pesar de sus diferentes estilos y trayectorias, estos dos políticos han coincidido en su habilidad durante estos últimos 4 años para evitar quemarse con los principales problemas de las respectivas gestiones de sus gobiernos. Ahora afrontan una nueva legislatura que se presume aparentemente parecida a la anterior por tener que compartir gobierno de coalición pero que se intuye muy diferente por los recelos acumulados con los socios. Además, ambos van a tener una complicación interna añadida por su anuncio anticipado de no volver a repetir como candidatos. A buen seguro que muchos de sus compañeros de gobierno y de partido van a dedicar una parte importante de su tiempo a la sucesión mientras ellos se pueden ver debilitados en su liderazgo al saber que son pasado y presente pero no futuro.

Debates o guerras internas al margen, lo cierto es que Puig y Ribó tienen muchos retos por delante que afrontar desde una posición privilegiada a la que se suma la singularidad en la política española en que les han situado los resultados de las últimas elecciones autonómicas y municipales. Ambos, aunque por motivos diferentes, han quedado en disposición de convertirse en grandes referentes a nivel nacional. Eso sí, de ellos depende ahora si aprovechan la oportunidad en la actual coyuntura.

Ximo Puig va a ser el presidente de la comunidad más importante gobernada por los socialistas. El PSOE no gobierna en Andalucía, Madrid y Catalunya pero tampoco en País Vasco y Galicia. Este panorama debe permitir al líder del PSPV ganar todavía más peso e influencia en su partido y en todos los ámbitos de poder en España. Eso sí, para eso será necesario superar de una vez por todas los recelos mutuos con Pedro Sánchez y, por extensión, con sus referentes valencianos más activos como José Luis Ábalos o Mercedes Caballero.

Algo parecido debería pasar con Joan Ribó, no solo por ser el alcalde de la tercera gran ciudad española sino por la delicada situación en que las urnas han dejado a Manuela Carmena en Madrid y Ada Colau en Barcelona. Pendientes de cómo se resuelvan estas alcaldías, Ribó sería la gran referencia municipal ajena al bipartidismo clásico de socialistas y populares sobre todo teniendo en cuenta que la ciudad condal, como casi todo en Catalunya, se mide más por el debate independentista que por la gestión del día a día. Otra cosa es que el Alcalde de València quiera asumir ese papel porque, al menos de momento, no ha sido muy dado a buscar su proyección personal en la política nacional. En Compromís sí lo tienen claro porque el Ayuntamiento de la capital se ha convertido para ellos en la gran referencia tras haber visto disminuida su representación a nivel europeo, español y autonómico.

Por cierto, me cuenta una amiga que muchos de los altos funcionarios de la Generalitat critican, en privado, la enorme parálisis en que ha entrado el gobierno valenciano durante meses al acumular precampaña, campaña y postcampaña, además de apurar al máximo los plazos para constituir el nuevo ejecutivo y lo que tarden en reorganizar los cambios de estructura y en aterrizar los nuevos responsables

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