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Javier Cuervo

El amante ideal

De las nuevas sexualidades que surgen cada semestre nos presentan ahora a los autosexuales, personas que disfrutan con su propio cuerpo más que con cualquier otro y cuyas fantasías eróticas están protagonizadas por ellas mismas. En la masturbación en la que tantos sólo consiguen alivio, los autosexuales logran el culmen. El mejor amante de uno es uno mismo y, a la vez, es el mejor amado. No es que la sexualidad esté en el mismo sexo sino en el sexo propio, con el deseo siempre sincronizado y sintonizado. Al fin una forma de sexualidad sin conflicto ni culpables ni necesidad de asociación, porque se la guisa y se la come y cuando es infiel sale perdiendo.

-Mira que me lo dije.

Algunas de esas personas, que se deleitan contemplándose, acariciándose, estando conscientes de su ser, confiesan que tienen una relación romántica consigo mismas. Se alerta a las mujeres que no crean en el amor romántico, que es posesivo y celoso, pero en este caso no cabe... ¿O sí? Una persona autosexual enamorada de sí misma ¿no sentirá celos de los mensajes amorosos que lee en el móvil? Wahtsapp deja escribir a cualquiera menos a uno mismo, así que un autosexual autosuficiente, si quiere mantener una relación romántica actual, a través del teléfono y hablando con los dedos, precisa de dos terminales. Pero para lo demás, todo son facilidades: ¿cena romántica?, invito yo. ¿Salida de copas? Final seguro en sexo y en sexo seguro. Sexting sin riesgo de pornovenganza.

Al fin un objeto de deseo para toda la vida, no el único, sí el primero, sin jueces, curas o notarios con el que envejecer dando rienda suelta a las manías sin que se tornen insoportables. Tendrá sus inconvenientes, pero desde un punto de vista social y no autosexual sólo se ven las ventajas.

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