Cuando uno se ha gastado en cuatro años 90.000 millones de euros de dinero público, pienso que lo normal es explicar cómo se ha gastado, pero nuestro President se ha limitado a hacer un discurso triunfalista sobre la gran gestión realizada por el llamado Pacto del Botànic con el que yo discrepo abiertamente. Para mí en cuatro años solo han conseguido dos cosas, reabrir Canal 9 - un fracaso- y el retorno de la gestión del Hospital de Alzira, para nombrar enseguida 465 empleados más y ver cómo aumentan sus listas de espera mes tras mes. Y siempre ocultándose sobre el mantra de que hace falta más dinero, cuando no sabemos en qué gastaron el dineral público en cuatro años.

De momento tienen un déficit de unos 5.000 millones de euros y un montón de facturas en los cajones sin pagar, que unos cifran en 450 millones y otros en 1500, según su trámite actual de hacer compras de material o de servicios y no reconocer que se debe ese dinero hasta que la Conselleria acepta la factura, proceso que tarda meses, endeudando mientras tanto a las empresas suministradoras. Pero es que tampoco realizan sus presupuestos de inversiones. Para 2018 había aprobados 1.240 millones para inversiones y no se realizó ni en el 50%. Cosa normal cuando gobierna la izquierda. Se les fue el tiempo sin hacer nada y a fecha de hoy no hay ni un proyecto ni una mala idea para el futuro. Solo cubrir el gasto corriente de sueldos y subvenciones y un panorama desolador, desértico ante la falta de ingenio de nuestros actuales gobernantes. A nuestros dirigentes se les elige para que hagan cosas y creen un futuro mejor para todos, no para administrar.

En los tiempos de Lerma se crearon cosas, se creó la admnisración autonómica, se comenzó el metro de València, se diseñó el Circuito de motos, y se planificó la Ciudad de las Ciencias y el célebre Pirulí. En tiempos del denostado PP se gastaban 1.100 millones de euros diarios en hospitales, se hizo la Ciudad de la Justicia, la Ciudad de las Ciencias, el Oceanográfico, autovías, colegios, residencias y se puso València en el mapa con las regatas y las carreras de coches. Por eso València ha pasado en menos de diez años de tener 1.100.000 turistas a 4.500.000. Pero con estos del tripartito solo empleos, sueldos, enchufes y de forment ni un gra. Se puede decir que ha sido la legislatura más plana, insípida y estéril que ha vivido València desde que tenemos autogobierno. Yo no sé si estoy equivocado y de verdad agradecería a alguien del Consell que me contestara con datos, ya que por mi parte no conozco que en estos años se haya construido un kilómetro de carretera o al menos un ambulatorio. Pero siguen pidiendo más dinero porque todo les parece poco. Se ha publicado que los nuevos altos cargos del Consell se van a llevar 29 millones euros más en salarios, mientras 23.000 dependientes esperan su sueldo y dicen que unos 35.000 enfermos esperan su operación. Es que nuestros gobernantes son tan malos que con toda la estructura administrativa del Consell aún necesitan más y más personal para no hacer nada. Porque también haría falta conocer las exigencias que se requieren y exigen para esos nombramientos, basados fundamentalmente en la amistad y los equilibrios de poder.

Esto ha sido la legislatura perdida y el derroche descontrolado. Por lo que hará falta un gran debate sobre el Estado de la Comunitat para que nos digan en qué se lo han gastado, porque dinero les ha sobrado para lo que hicieron. Y aún piden más. Por lo menos que propongan algo, aunque sea un campeonato provincial de parchís. Pero ni eso.