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Butaca de patio

Tom Cruise es Satuffenberg

Millones de personas en todo el mundo se enteraron a través de la película Operación Valquiria de que un grupo de militares y políticos alemanes intentaron eliminar a Adolf Hitler en un atentado en julio de 1944. La superproducción de Hollywood, que incluía la presencia estelar de Tom Cruise, junto a los atractivos peliculeros de aquella conspiración, convirtieron el filme en un éxito de taquilla y resucitaron el personaje del coronel Claus von Stauffenberg, cabecilla de aquella rebelión y ejecutor material del frustrado atentado en la guarida del lobo del dictador nazi.

La guerra mundial, a la altura del verano de 1944, ya estaba perdida para Alemania y los promotores de la Operación Valquiria sólo aspiraban a evitar más sufrimientos a la población alemana y a pactar un armisticio con los aliados. Los líderes de la conspiración fueron fusilados y sus nombres se incluyeron en la lista de los traidores del régimen nazi. Pero, con el paso del tiempo y la democracia, los alemanes se han reconciliado con su amarga historia y han colocado a Stauffenberg y a sus seguidores en el pedestal de los héroes de la resistencia contra Hitler.

La propia canciller Angela Merkel, una política conservadora, presidió la semana pasada un homenaje en Berlín a los conjurados en la Operación Valquiria, ahora que se cumplen 75 años del atentado, y llegó a decir que «hay momentos en que la desobediencia frente a un tirano se convierte en un deber». Una actitud la de Merkel que se sitúa a años luz de una derecha española vergonzante que ha sido incapaz de condenar el franquismo y que pone todo tipo de trabas a que los restos del dictador sean exhumados del Valle de los Caídos. Ejemplo deberían tomar de su colega germana.

De todos modos, Operación Valquiria no es el único filme que ha abordado los atentados contra el líder nazi, que sobrevivió nada menos que a 42 intentos de acabar con su vida, y también la cinematografía alemana se ha ocupado del tema. Buena prueba de ello la hallamos en la muy estimable y reciente película 13 minutos para matar a Hitler, del director Oliver Hirschbiegel, que narra un atentado fallido en Múnich perpetrado por un carpintero comunista, de nombre Georg Elser.

Viene todo esto a cuento de la escasa o casi nula atención que los 17 atentados perpetrados contra Franco han suscitado en el cine español. Apenas algún documental o alguna serie para televisión han puesto el foco en años pasados sobre unas gestas que también fueron heroicas. De hecho, algunas de las tentativas de eliminar a Franco, sobre todo en la posguerra, fueron tan espectaculares como el intento de unos anarquistas de bombardear desde una avioneta una embarcación en la que navegaba el caudillo en la playa de San Sebastián o el ametrallamiento por un grupo de guerrilleros en Ponferrada del coche en el que viajaba Franco. Por cierto, un Mercedes blindado que le había regalado Hitler y le salvó la vida. No vendría mal, pues, que algunos productores españoles pensaran que rescatar aquellos atentados significaría una oportunidad de buen cine y un servicio a la memoria histórica. En cualquier caso, los héroes anónimos que atentaron contra Franco también se merecen un homenaje.

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