Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

thumb-isabel-olmos-(1).jpg

Para no dejarnos ser

El otro día me levanté con una lectura aterradora. No contaba nada nuevo (de hecho hace referencia a un ritual de origen ancestral y que ya salió a la luz hace algunos años provocando el consiguiente escándalo) pero es impactante, brutal, angustiosa...pase el tiempo que pase. En esta noticia se explicaba como en algunas zonas de algunos países, mayoritariamente africanos y de Oriente Próximo pero que ya se ha exportado al Reino Unido, se ha puesto de 'moda' el planchado de pechos, un dolorosísimo proceso mediante el cual se aplastan los senos incipientes de las adolescentes para que no parezcan mujeres sino niñas. A las menores, de entre ocho y 10 años, les aplastan o golpean los pechos durante meses con un objeto caliente para ocultar el inicio de la pubertad.

La justificación para semejante tortura es que así se evitan violaciones, embarazos no deseados, en definitiva disuadir la atención masculina de ese «objeto de deseo».

De nuevo, como siempre, las mujeres deben de amoldarse para no llamar la atención de los hombres o al contrario, para llamarla sea como sea. Esa misma semana, la derecha más casposa arremetía contra Irene Montero por no depilarse las axilas. Depilarse las axilas. Volver a convertir esta parte de la anatomía femenina (como las ingles y mil zonas más), en el reflejo de un cuerpo infantil sin vello porque, y eso es así por pura biología , la mujer tiene vello en ciertas partes y la niña no. Como el hombre y el niño. El resto, es otra cosa. Es consumismo, es publicidad, es mercado, es imagen, tendencias, cultura, influencias, economía pura y dura... lo que sea pero no biología.

Así que nos encontramos con una sociedad esquizofrénica que día a día quiere convertir a la fuerza a las mujeres en niñas quitándoles el vello y aplastando sus pechos pero que, al mismo tiempo, quiere «lolitas» que crezcan a ritmo de «reggeatón», con ropa de adulta adaptada a sus cuerpecitos, maquilladas y con tetas de silicona si es posible al llegar a la mayoría de edad. He visto fotos de hijas de conocidas en las redes sociales absolutamente pintadas como una puerta de manera habitual cuando no tenían ni 10 años. Para que parezcan mujeres. Y las mujeres adultas depiladas, para que parezcan niñas. Todo lo que haga falta, todo, para no dejarnos ser.

Compartir el artículo

stats