Estos días son muchos los temas que inundan las tertulias de los debates en los medios de comunicación: elecciones generales, cómo realizar los debates, si habrá pactos o no, qué ocurrirá tras la sentencia del Tribunal Supremo sobre el procés... el Brexit, la desaceleración económica que de nuevo expande sus alas para cubrir de nubarrones todo lo que nos rodea.

Pero, ¿qué está sucediendo mientras tanto?: (1) más de tres millones de desempleados (más mujeres que hombres) según los últimos datos de paro registrado por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE); (2) aumento de las cifras de violencia de género: las mujeres víctimas de violencia machista ascendieron a 158.127, según el Consejo General del Poder Judicial (2018); y (3) España se está quedando vacía por varias razones y principalmente por: envejecimiento de la población, miles de jóvenes han emigrado y emigran en busca de trabajo; y la creciente despoblación de nuestros pueblos. «Entre el año 2000 y el 2018 el 63,1% de los municipios y 13 provincias han perdido habitantes», según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

La Comunitat Valenciana, según los últimos datos del SEPE (septiembre 2019) es la segunda comunidad autónoma con la tasa de paro juvenil más alta de España: 15.389 hombres y 14.173 mujeres menores de 25 años; y de mujeres mayores de 45 años también es la segunda. ¿Qué se está haciendo al respecto? No se debate nada.

En València el otro día violaron a una muchacha en los lavabos de una discoteca. Protestas en las calles y en las redes sociales contra ese acto de violencia de género que nunca debió de ocurrir. El miedo se hace presente en los rostros de las mujeres que ven peligrar su integridad física. ¿Qué se está haciendo al respecto? ¿En qué programas se plantean soluciones a este drama nacional con expertos en la materia? Porque de esto hay que hablar, concienciar, educar a la población; así como denunciar las agresiones y el trato a la mujer. ¡Basta del silencio cómplice y aliado!

La Comunitat Valenciana también sufre los efectos de la demotanasia, desaparición lenta, agónica y silenciosa de la población que va envejeciendo hasta la desaparición, y otras veces emigrando sin que se produzca un relevo generacional, hasta la muerte de los pueblos. Dicho de otra manera se están muriendo nuestros pueblos.

¿Por qué no se habla de estos temas? ¿Por qué no hay debates para construir soluciones? Por no mencionar otros temas como la pobreza, la desigualdad, la educación, la sanidad, etc. La inquietud y el desasosiego se pueden palpar en el ambiente, están presentes en nuestro día a día.

De las preocupaciones de los ciudadanos no se habla. Mantener a una ciudadanía en constante tensión generando alarma social, perdiendo el poder de la confianza, como decía Adela Cortina (2013), «acabaremos invitando a optar por la olvidada costumbre de decir la verdad en la vida pública, sea política, económica o civil, entre otras razones, porque sin veracidad no hay confianza posible».