Cuando Greta Thunberg sea mayor. Cuando su gesta sean bits olvidados y quizá tenga hijos de su edad ¿qué edad tendremos quienes leemos hoy?¿cómo viviremos? En ese tiempo, no tan lejano, la juventud como ella, será quien liderará nuestros cuidados, quienes trabajarán para cubrir nuestras pensiones y quienes deberán velar por una paz y estabilidad social, como la disfrutada en Europa, en estos últimos 70 años.

Si en la Europa occidental conseguimos tras la II Guerra Mundial, mantener un período de cohesión social y crecimiento económico vertiginoso, fue a base de dos cosas: el trabajo colectivo y el medio ambiente.

El trabajo colectivo con el acercamiento y colaboración entre las naciones del viejo continente, que nos dió paz interna y estabilidad. El medio ambiente, como ese «ilimitado crédito» de clima estable, aire limpio para respirar, agua suficiente y materias primas propias y ajenas, que nos permitieron «prosperar» en términos materiales, bajo el hechizo ilusorio del crecimiento ilimitado. Pero en la Tierra no hay nada ilimitado. Agotar el crédito global que teníamos con el equilibrio climático, en tan solo un siglo, va a resultar usura para quienes nos tendrán que cuidar.

La paz y la prosperidad social, no han sido para millones de especies animales y vegetales, no han sido para los océanos y ríos, ni tampoco lo han sido para los suelos. Y sobre todo no lo han sido para la atmósfera y el clima, esos entes que parecían tolerarlo todo.

Pero una joven de 16 años ha venido a ponernos un espejo en el que no nos queremos mirar… «Por más de 30 años, la ciencia ha sido clarísima. ¿Cómo se atreven a seguir mirando hacia otro lado y venir aquí diciendo que están haciendo lo suficiente, cuando la política y las soluciones necesarias aún no están a la vista? (G.Thunberg)»

Querida gente adulta: Que la juventud, a millones, se manifieste por el clima y su futuro, en todo el mundo, es un símbolo esperanzador. Si realmente esta juventud es capaz de evolucionar hacia una vida en paz, consigo misma y con todo cuanto nos acoge, la humanidad aún tiene un rayo de esperanza.

Los procesos climáticos, y fisico-quimicos de nuestra Tierra, son profundos y una vez desestabilizados requerirán largos plazos para recuperar lo que ya gozamos. Pero no se detendrán si no cambiamos radicalmente. Los próximos decenios cambiaremos nuestra vida hacia peor, por obligación, poco a poco, si no hacemos nada. Pero ahora, ya, si nuestra juventud realmente cambia y deja de vivir como les hemos enseñado, y aprendemos con ellos, quizá la vida real se abra paso, frente a la comodidad.

Cuando todas las Greta Thunnberg de nuestro Planeta, sean adultas y recuerden como liberaron su furia adolescente, ojalá lo recuerden con una pequeña sonrisa, y entonces si, conscientes, proporcionen buenos cuidados a todo cuanto alberga este Planeta. Y en cuanto a nosotros, espero nos cuiden con cariño, sin furia ya, como a la venerable ancianidad que supo enderezar -a tiempo- un camino auto-destructivo. Porque por poco, pero aún estamos a tiempo. ¿Te unes?