Y es así, parece ser que lo único importante es la opinión de los partidos y de la patronal, cuando hemos sido las organizaciones sindicales, UGT Y CCOO, las que empezamos a tirar del carro para sacar adelante aquella manifestación por la financiación de nuestra Comunitat de la que tan orgulloso se muestra Salvador Navarro.

Pues bien, la ministra ha explicado hoy [por el miércoles], en el desayuno de la Cadena Ser y después en el Palau, las propuestas del partido socialista sobre la reforma del sistema de financiación autonómica y lo ha hecho con claridad, respondiendo sin titubeos a todas las preguntas, demostrando solvencia técnica y, lo más importante, una profunda convicción en las ideas socialistas que la inspiran.

Ha puesto en evidencia las complicidades con nuestro Conseller de Hacienda Vicent Soler, con el que ha compartido trinchera cuando ambos desempeñaban el mismo rango en la Comunitat Valenciana y en Andalucía respectivamente, ha ensalzado el trabajo de nuestros técnicos y sus informes sobre por dónde debería ir la modificación del sistema y ha dejado claro algunos temas fundamentales:

Nadie puede perder recursos, por lo que en el reparto de la tarta el Estado central debe ceder terreno a las Autonomías. Las Comunidades más perjudicadas por el actual sistema, la Valenciana la que más, deben salir claramente beneficiadas del nuevo sistema. Lo deseable es la unanimidad, pero si no es posible se establecerá por mayoría. El criterio fundamental debe ser el de población, sin que otros criterios, que también deben ser tenidos en consideración, puedan justificar las actuales diferencias. El modelo es multilateral, no caben componendas ad hoc. El criterio es destinar el 7% del PIB a sanidad, el 5% a educación y el 2% a servicios sociales. Igualdad para las personas, singularidad para los territorios. La deuda es insoportable y en su mayoría está en manos del Estado, hay que buscar las fórmulas para su amortización. La Comunitat Valenciana tiene una deuda injusta, fruto de su infrafinanciación, más allá de los desmanes del pasado. La autonomía fiscal de las Comunidades Autónomas no puede ser un «juego de casino» (esto lo titulo yo, la ministra ha sido más correcta) en el que algunos bajan impuestos y luego ponen la mano, hay que armonizar la fiscalidad, no tiene sentido demandarla para Europa y aquí hacer lo contrario. Por último, ha explicado lo evidente: no hay plazos cuando ni siquiera hay Gobierno, pero su compromiso es poner en la mesa una propuesta cuanto antes para iniciar el debate.

Yo no sé cómo habrá salido Bernardo Guzmán de la entrevista, él que se había convertido en el más escéptico de los bien pensantes en relación con nuestra infrafinanciación y sus soluciones. Yo creo que María Jesús Montero ha demostrado que durante muchos años este ha sido un tema central entre sus preocupaciones. También ha quedado patente su cercanía, el atender nuestro requerimiento, su visita y su disponibilidad.

Esta mujer quiere a los habitantes de su país, que son los que de verdad concretan la idea de patria y ciudadanía, lo hace desde su posición política, la de una socialista que anhela un futuro mejor picando piedra cada día; y nos ha dicho hoy, con toda claridad, que la Comunitat Valenciana ha de ser resarcida de tanta injusticia y abandono.

Lo reconozco, aunque de sobra sé que se nota, me ha impresionado. El tiempo, si antes le dan la oportunidad los ciudadanos con su voto el próximo 10 de noviembre, dirá. Mientras tanto, de la Casa del Pueblo de la UGT, sigue colgando la pancarta por una financiación y unas inversiones justas para nuestra Comunitat.