Feria València vuelve a ser objeto de deseo. Quieren desbancar a José Vicente González de la presidencia y sustituirlo por Vicente Lafuente. A decir del director general de Comercio, Natxo Costa. Candidatura improbable del presidente de Femeval. Feria, único sillón empresarial no remunerado. La Generalitat también acaricia mandar en Feria, pero no cumple el protocolo de intenciones de 2017. Firmado por el alcalde Joan Ribó, los consellers d’Hisenda y Economia Sostenible, Vicent Soler (PSOE) y Rafael Climent (Compromís), junto con el presidente del Comité ejecutivo de feria, J.V.González. Refrendado por el Patronato. Papel mojado. Una falta de consideración que se adjudica a María José Mira, secretaria autonómica de Soler.

Méritos. Si el Rei Jaume I levantara la cabeza daría una distinción el 9 d’Octubre, como embajadora autonómica, a Feria Valencia antes que a la Confederación Empresarial Valenciana (CEV). Feria València, que soporta una vida complicada y dura, cumple en 2019 ciento dos años de existencia, desde que, en 1917, Unión GremiaL, junto con la Cámara de Comercio de Valencia, promovieran la veterana Feria Muestrario amparada por el Ayuntamiento. Fue internacional y en 2013, declarada de interés general por la Generalitat. La CEV se fundó en 1977, provincial y con características que no tienen nada que ver con lo que es hoy. Premian un futurible.

Independencia. La Administración Institucional, amparada por la legislación autonómica, se presta a confusión. La Confederación Empresarial Valenciana, se creó para de ser organización privada. Se fundó con el objetivo de ejercer su independencia frente a las Administraciones públicas y ser reivindicativa. Está financiada en parte por la Generalitat Valenciana -logro de José Vicente Gonzáles desde CIERVAL antes de quebrar-, al igual que los sindicatos mayoritarios.CEV combatió con todo su arsenal conspirador -Vicente Marzal al frente- contra la naturaleza de las Cámaras Oficiales de Comercio, Industria y Navegación. Corporaciones de derecho público centenarias y creadas por Ley.

Superávit. Entre las entidades económico- empresariales se han producido acontecimientos con respecto a Feria València. Institución comercial que ha dado la campanada -por eso merece la distinción de la Generalitat- de que ha alcanzado en 2019 notable éxito con la convocatoria y desarrollo del certamen Habitat. Feria que incluye la industria del mueble y complementos decorativos. Al calor de este éxito el presidente de CEV, Salvador Navarro ha publicado un artículo sobre la institución ferial para ensalzarla y reclamar la paternidad ferial «de todos». Ahora que a partir de 2018-2019, comienza a tener resultados positivos en su explotación. Antes parece que no era «de todos», sino únicamente de sus gestores y de sus órganos de gobierno, patronato y comité ejecutivo. Al que pertenece el presidente de la CEV, en razón de su cargo, por designación de J.V. González.

Crisis. Feria València ha sobrevivido a una durísima crisis, motivada por la pésima gestión de quienes ampliaron desmedidamente sus instalaciones sin saber cómo iban a rentabilizarlas. Generaron una deuda injustificable que avaló la Generalitat, cuando la presidía, el hoy encausado Francisco Camps, por cuenta del Partido Popular. Este fue el daño que se produjo directamente a la institución ferial. Más de mil millones de euros. Después están los perjuicios para la ciudad de València. Que pasó de tener una feria rentable y con prestigio a una institución arruinada. Las empresas perdieron un recinto ferial ejemplar. Los empresarios conscientes y responsables, han deplorado la prolongada crisis de Feria València, pero les ha faltado el valor de desenmascarar el descalabro y a sus culpables. Aparte los Eres, para despedir cientos de empleados, que han costado millones a la institución, por supuesta negligencia de Román Ceballos, director general de Trabajo, que lo aprobó antes de plazo.

Pública o privada. Se cierne sobre Feria València la duda acerca de su naturaleza pública o privada. Existe un dictamen, no concluyente, de 2014, aprobado por mayoría del Consell Jurídic de la Comunitat Valenciana. Por el que se la presupone sujeta al derecho privado. Dos consejeros, el jurista Federico Fernández Roldán y la juez María Luisa Michavila, expresaron, mediante voto particular, sus discrepancias. Recordaron dos sentencias de 2001 y 2002, por las que el Tribunal Superior de Justicia de la C.V. reconoce al consorcio ferial como «actividad de interés público en el ámbito competencial de los servicios municipales». Basa su argumentación en que es indudable que la actividad de Feria València realiza una producción no de mercado -cualquiera no puede montarse una feria-. Existen convenios de 2002 y 2007, por los que la Generalitat se compromete a subvencionar las instalaciones sobre los terrenos de titularidad municipal. El Interventor de la Generalitat se dirigió a Feria València en 2013 para recordarle su clasificación de «unidad institucional pública dependiente de la Comunitat Valenciana y clasificada dentro del sector administraciones públicas a efectos de contabilidad nacional».

El voto particular de 2014 en el Consell Jurídic concluye que Feria València es un consorcio que realiza actividades de interés público y se financia con recursos de origen público. Por tanto está sujeta a las exigencias del Derecho Público y siempre estará vinculada al deber de servir a los intereses generales con objetividad, como impone la Constitución Española.