Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Javier Cuervo

Artículos de broma

Javier Cuervo

Pedir es pedir

Pedir es pedir: sea euro, sea voto. De las personas que piden dinero a los demás, los mendigos son los que menos beneficio obtienen, porque no salen de pobres. Y es así porque se les nota que están pidiendo. Si tuvieran más ambición que la calderilla ajena e invirtieran en vestir serían brokers en Wall Street. Los mendigos y los brokers se tienen asco recíproco.

A los candidatos a las elecciones del domingo les ofrecieron un minuto de televisión sin interrupciones para pedir el voto y mostraron, cada uno, un estilo petitorio diferente y reconocible.

Santiago Abascal (Vox) se ve hoy pordiosero, pero ayer fue soldado en Flandes. Lamenta dónde le han llevado la mala fortuna y las contrariedades y clama en esta tierra donde no hay más ayuda que la que da el Señor a los buenos cristianos. ¡Viva España que tan buena es y tan mal trata!

Albert Rivera (Ciudadanos) es gallofero que lisonjea, bendice y no envidia al próspero, ensalza lo guapos que han salido los niños, señora, y lo limpios y bien vestidos que los lleva. Al que le dé, le mejorará el porvenir.

Pedro Sánchez (PSOE) es pedigüeño de puerta de Iglesia mayor, que implora para él porque se dice honrado, no como el limosnero de acá, que lo gasta en vino, o el de acullá, que hace desgraciadas y madres a zagalas inocentes.

Pablo Casado (PP) es sablista que abraza, dice conocerte del colegio o ser vecino de la infancia y con buena presencia y mejores modales promete devolver antes de haber pedido.

Pablo Iglesias (Unidas Podemos) tiene el orgullo de que no pide para sí, sino para otro necesitado que, de mendigar, lo haría con cartón escrito y una de esas listas de circunstancias desgraciadas que llevan a sentarse en una acera.

Compartir el artículo

stats