“¿Qué libro podríamos enviar a Santiago Abascal?” planteó Carmen Amoraga, escritora y política valenciana, fan manifiesta de Carmen Riera Guilera, escritora y académica de la lengua, con la que compartió conversación en el Encuentro de Escritores (escritoras) del Mediterráneo y Narración Oral 2019. Amoraga en sus obras, novelas generalmente ubicadas en su Picaña natal, reconocía: “Mis personajes hacen el mismo viaje, la distancia entre la vida que tienes y la vida que quieres, la pregunta que yo me hago es ¿cómo poder acortar esa distancia?”, y recalcando la probada empatía del público con los personajes de ficción. Ambas literatas captaron a la asistencia, pese a la nefasta acústica de la antigua capilla de la Virgen de la Vida (sala capitular) del Centro del Carmen,

“Yo creo que la literatura sí que te puede cambiar, la literatura es para despertar aquello que somos” afirmaba la académica mallorquina. Riera, trajeada con pantalones negros y chaqueta con estampado animal en blanco y negro.

“La gente que lee puede conectar con gente que no conoce”. Sabida la fórmula ¿por qué no fomentarla mediante cualquier medio y estrategia? Porque los libros tienen ese don, son capaces de abrir horizontes y poner trabas al oscurantismo propio y ajeno. “Son nuestro salvamento contra el fanatismo; leer nos da placer, ¡que no estamos como para perdernos placeres!”, insta apasionadamente la escritora pontevedresa Susana Fortes. Cuando la lectura era un bien muy específico de ciertas clases sociales y el analfabetismo cundía, todo era más fácil para el fanatismo y absolutismo, A las mujeres hasta mil ochocientos treinta y siete, “No nos dejaron entrar en las bibliotecas (españolas), y ahora, ¡ningún paso atrás!”, exhortaba la joven periodista, editora y activista de género, Nuria Coronado en su tarea de moderadora durante la celebración del Día de las bibliotecas.

Leer. ¡Los libros en sí! por su intrínseca cruzada de fomentar criterios, ayudan a sobrevivir en situaciones complicadas “Cuando estás leyendo ya no estás en ese problema, quiero pensar que la literatura es tan potente”, dice Amoraga, a lo que añade Riera: “Scheherezade explicaba historias para no morir”.

La raza humana ha transmitido historias desde su albor acompañando cada etapa de la evolución y, por ende, cuando el autoritarismo descarnado quiere imponerse, los libros han caen como víctimas en primera instancia, quemados, requisados, prohibidos. Cercana en el recuerdo está la totalitaria censura impuesta en España y la obligación de contar con el Nihil Obstat (quominus imprimatur, “nada obsta para ser impreso”) beneplácito otorgado por la Iglesia. La Cartilla moderna de Urbanidad (Edelvives), publicada en mil novecientos cincuenta y siete, contaba con el ineludible Nihil Obstat; en este caso otorgado por un censor eclesiástico nombrado Vicario General por el Arzobispo Casimiro Morcillo, procurador en Cortes nombrado por Franco, y auspiciador, durante su ministerio episcopal en Madrid, de la obra de Kiko Argüello Wirtz, pintor leonés (murales de la Almudena de Madrid), compositor de cantos religiosos y fundador de los “kikos”.”El 28ª de la Iglesia: los obispos quieren al PP y el Opus y los “kikos” son de Vox” subtitula su artículo el periodista Jesús Bastante (kaosenlared.net 01/04/2019). “El grupo ultracatólico de los “kikos” recurre a una fundación (¿Cuándo abordar el tema de las fundaciones?) para ofrecer ventajas fiscales a sus donantes”, (eldiario.es, 11/11/2018). Dicha cartilla adoctrina sobre el comportamiento de ¡las niñas!: la niña bien educada y la niña mal educada en la calle, colegio, en la mesa, en el juego, en el paseo, en las visitas, en los viajes, en el templo, la niña mala y dura, la diligente, la perezosa, la humilde, la orgullosa.

Actualmente las plataformas de audio libros van acaparando segmento de mercado mientras nativos y nativas digitales acceden a diversas opciones de lectura en tabletas y móviles: sitios web, clubes de lectura en redes sociales, tweets (actualizaciones), chats (ciber charlas), posts (publicaciones), big data (grandes datos) para construir relatos.

Francisco Umbral en Crónicas post-franquistas, recopilación de artículos altamente descriptivos escribe: “Con los rivales literarios o políticos pasa lo mismo. No hay que hablar mal de ellos en el café ni procurar hundirles, sino esperar, sencillamente esperar, porque día llegará en que el que iba para poeta maldito o para líder de la oposición, acaba de funcionario en Información y Turismo”.

“Se han escondido, queriendo o sin querer, los hitos de las mujeres. Hitos que han conseguido las mujeres y se les han dado a los hombres” declara el escritor puzolense (València) Javier León Sorribes en la presentación de Cuentos clásicos para niñAs de hoy, decálogo de narraciones infantiles, ilustradas por Kolo, que rompen con los “estereotipos sexistas”: “Cenicienta no se ha vuelto a casar (ni quiere), adoptó un perro de la perrera municipal del cual no se separa, y ahora mismo está de gira por el mundo con la batucada”. “Gretel es hoy capitana de un barco de salvamento y ayuda a las personas que, como ellos, quieren empezar una nueva vida. Hansel es enfermero y voluntario de la Cruz Roja y, al igual que su hermana, cura y cuida a los heridos que llegan de todas partes del mundo buscando una segunda oportunidad”.

“Los cuentos nos han acompañado siempre; que importante es que nos contasen cuentos” afirma Francesc Vicent al presentar la obra.

“Hemos de ser igual también a través de la lectura” declara Vicent Marzà, diputado en las Cortes Valencianas, ante el relevante colectivo del personal bibliotecario reunido, como preámbulo a la intervención del ministro de Cultura y Deporte José Guirao: “Cada año una de cada cuatro personas acude a las bibliotecas por internet”. Durante el homenaje a Carmen Albors, Guirao resaltaba la sintonía con quien fue su jefa “Es muy difícil mantener la amistad con los (las) jefes. Era una persona que te daba alas, consideraba a todo el mundo necesario. Me sorprende ver a gestores jóvenes que se desentienden de esas cosas” de los detalles como recoger un papel en el suelo de un espacio cultural, tal como hacía la ilustre homenajeda. “Estamos a la mitad del año doce”, refirió de los presupuestos en Cultura. “El recorrido funcionarial es muy pequeño, los (las) que vienen a Cultura son los (las) que realmente tienen vocación”.

Cuando Alborch tituló uno de sus libros: Malas, comenta Guirao: “Me quedé blanco”, a lo que la autora determinó: “Si hablamos, hablamos de todo”

“Nadie se ha reconocido en un mal personaje” apunta Amoraga y añade: “Bastantes mujeres me han dicho ¡gracias! por mostrarme un espejo que no quiero ser”.

¿Está la literatura en extinción?

“Yo creo que sí” afirma Riera, “La gente no tiene libros en casa, en Ikea había tres modelos de librería, ahora hay uno”.

“Hemos aprendido a pensar a través de los libros” con tal afirmación abrió la cantante Sole Giménez el coloquio en San Miguel de los Reyes: Libros que cambiaron mi vida.

Blanca Lleó Fernández, catedrática de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid: “Mi madre que tiene noventa y tres años devora libros. A mí me encanta leer muchos libros a la vez, me encanta entrar y salir, entrar y salir

Susana Fortes, escritora: “En mi casa sí que me inculcaron el amor a los libros. A mí me gusta el rastro que deja la gente en los libros, soy muy subrayadora”

Mara Dierssen Sotos, neurobióloga, presidenta de Trisomy 21 Reseach Society: “El trabajo lo he hecho yo, tú has puesto el dinero” y la científica firmó el trabajo de investigación. “El leer aumenta tu capacidad de entender al mundo, de entenderte a ti mismo; el cerebro humano es contador de historias”

Inés Fernández-Ordóñez Hernández, catedrática de Lengua Española en la Universidad Autónoma de Madrid: “Los (las) filólogos trabajamos en una biblioteca”.

María Vargas Galeote, directora deportiva del Atlético de Madrid Femenino: “La manera de llegar a las otras personas es que tengas valores; cuando haces que tu ego baje, la tolerancia es mucho mejor. En mi mochila siempre va un libro”

Patricia Ferreira Mañá, directora y guionista de televisión y cine: “Voy a hacer un trabajo sobre la mujer en el franquismo; decidí que tenía que adentrarme en el mundo de las bibliotecas. Me leí muchos libros (durante seis meses) para escribir diez páginas”.

Bibliobus español, canoa literaria peruana, mochilas literarias, bibliotecas vivientes, libros persona.

“Ahora las bibliotecas de los centros escolares están como de adorno. Yo no me debo a los lectores, me debo a mí mismo. No tengo obligación de escribir libros”, son apuntes del discurso del escritor y docente Óscar Hernández Campano en la librería Bartleby donde presentaba su quinta novela: El secreto del elixir mágico, una vuelta al género de aventuras de la mano de la joven editorial valenciana NPQ. “Al final soy profe o he sido profe y aspiro a enseñar”. Literatura infantil y juvenil (LIJ) actualmente decantada a nivel internacional por historias sobre referentes femeninos, el realismo social, la salvaguarda del planeta y relatos trans y LGTBI.

“En algunas bibliotecas catalogan por género, lo normal es por orden alfabético, una etiqueta puede ser un arma de doble filo”; el autor donostiarra comenta que hay “Escritores (escritoras) que escriben como si estuvieran en una fábrica”. Pedro Almodóvar, director de cine, muestra un ejemplo de ello en La flor de mi secreto: “Te contratamos para que escribieras historias de amor. Por contrato estás obligada a entregarnos cinco novelas de amor al año”, es el rapapolvo del editor a la protagonista.

¿Por qué la escasa distribución pública de premios literarios institucionales locales?

¿Que hay de las subcontratas editoriales?

¿Por qué no apoyar los criterios de responsables bibliotecarios a la hora de las adquisiciones?

¿Por qué no multiplicar y la literatura en formato Braille?

Los Pazos de Ulloa y La Madre Naturaleza son en realidad una misma novela. Su autora, la controvertida condesa de Pardo Bazán (catedrática de Literatura Contemporánea de Lenguas Neolatinas en la Universidad Central y, feminista), organizó una de las polémicas más famosas de nuestra historia literaria a cuentas de erigirse en defensora del naturalismo francés, como se decía en la época, de la “novela experimental”, versión literaria del cientifismo positivista preconizado por Zola”; (Jose Antonio Gomez Marin. Aproximaciones al realismo español. Castellote editor)