Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La importancia de la amistad

Mucho se ha hablado y escrito, y se habla y escribe, acerca del amor, ese extraño sentimiento y auténtico misterio, que nos lleva a buscar a esa persona especial y a aspirar, cuando se la encuentra, a compartir la vida con ella. Sin embargo, se habla y reflexiona menos de la amistad, quizás porque no necesita papeles, ritos, ceremonias ni juramentos de eternidad.

No obstante, los amigos, son imprescindibles en la vida de cualquiera de nosotros. ¿Y qué me dicen de los encuentros con los colegas, compañeros de trabajo, con los que se han compartido tantos sueños, enseñanzas, discusiones enriquecedoras, apoyos incondicionales, aciertos y desaciertos, situaciones de muchísima responsabilidad, alguna pena, pero, también, tantas risas, alegrías y locuras de juventud? Y todo, en ese largo período de la vida, hasta la jubilación. Y lo cierto es que, ambas cosas, son altamente beneficiosas para la salud. Lo dicen los expertos. Aparte de ayudarnos a desconectar de los problemas, nos humanizan y nos permiten ser más comunicativos, empáticos y abnegados. Porque, en definitiva, somos seres sociales y nos aliamos o relacionamos con quienes son más afines a nosotros. De nuestra propia necesidad de socialización, protección y de darnos a los demás, sale una de las cualidades más bonitas del ser humano: los vínculos de amistad con los demás.

Ahora bien, para llevar a cabo estas reuniones, se necesitan organizadores. Tarea difícil, para que transcurran a la perfección. Y esto es lo que me ha ocurrido la semana pasada en ese, según palabras de los asistentes, "estupendo encuentro", "perfección absoluta", "encuentro que ha servido para encontrarnos y disfrutar con tantos queridos compañeros, en esos espacios que buscáis, cada vez con más acierto". "Que buscáis con más acierto?", porque esto es lo más complicado, personas que, desinteresadamente, estén dispuestas a llevarlos a cabo, con la capacidad suficiente para que todo transcurra a la perfección. Y aquí, ha sido posible gracias a dos grandes exprofesionales de la salud: la doctora Lázaro, ginecóloga, y el doctor Sarasua, cirujano plástico. Por eso, a todas y todos, queridos colegas, gracias por estar tan imponentes y con tanto sentido del humor y, a vosotros dos, organizadores, mi agradecimiento por todo el cariño y cuidado que habéis puesto en este encuentro, que nos ha reportado tantos momentos de alegría y satisfacción y que, como bien sabemos los médicos, son ingredientes fundamentales para el correcto cuidado de la salud. Sois unos fenómenos.

Compartir el artículo

stats