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Lo que sube

Para no variar y seguir la tónica que marca el comienzo de cada nuevo año, este no avanzará mucho sin que empiecen a producirse subidas a tutiplén. Va a subir todo o casi todo. El rey de las subidas seguirá siendo el recibo de la luz. Mucho hablar los del pacto de impuestos a las rentas más altas que acabaran aplicándose a todas las rentas, pero ni pio de todo aquello que en realidad nos afecta a los ciudadanos: el recibo de la luz entre otras cuestiones que pasan por la Sanidad, la Educación y la Igualdad y la cesta de la compra que también está cara de narices.

La luz o, mejor, lo que nos cuesta a los consumidores, nos trae por la calle de la amargura, eso sí que no nos deja dormir a pierna suelta. En España, pagamos más por la luz que alemanes y franceses. La primera del año no tardará en producirse. Pero es que conforme pasen los meses seguirán sucediéndose subidas y más subidas. Irán acompañadas por las que afectan a los billetes de tren, las autopistas de peaje, excepción hecha de las rescatadas, los sellos, los envíos de paquetes, la vivienda, el IBI y, como no podía ser de otra manera y para no perder ripio, también subirán las comisiones de los bancos.

Señores míos, dan ganas de guardar el dinero en un calcetín, bajo una losa, donde sea, menos en un banco. En casa no produce, pero es que en el banco tampoco salvo que se tenga mucho, mucho, mucho dinero. Le dejas al banco lo mucho o lo poco que tienes y además de pagarte tus cosas con lo tuyo, se pagan las suyas también con lo tuyo que no es lo de ellos. ¡Madre mía, qué lío! Cada mes o cada dos meses, mi banco, bueno, si fuera mío lo vendía, me manda en un sobre un papelito alargado en el que me da cuenta de los intereses que producen las cuatro perricas que le he confiado, después de leer un galimatías que no entiendo, llego a la casilla final y leo estupefacta: "intereses finales, 0,00 euros" Como lo lee. Y así llevo no sé cuánto tiempo. Eso sí, todos los meses en otro sobre de idénticas características me incluyen otro papelito en el que me cuentan que el mantenimiento de las cuatro perricas que les he confiado, me cuesta ocho euros. No sólo no gano, ¡es que pierdo dinero!

Hay que buscar nuevas plataformas, antes de que nos arruinemos del todo. No sé si de 'crowdlending' u otros vehículos de financiación participativa. Lo que sí sé es que algo hay que inventar antes de que nos quedemos 'desperrados' del todo. Mire por donde, esa ley física que recuerda que 'todo lo que sube, baja', no se cumple con los precios, quizá porque gravitan en órbita bien diferente. La cesta de la compra es otra de las grandes preocupaciones de los ciudadanos. Como no se ate corto a ciertos productos, vamos a estar todo el santo año viviendo una permanente Navidad, en el sentido del encarecimiento de los alimentos, sobre todo de ciertos alimentos, llegada esta época. Y todo igual. Ni una sola alegría. Y cuando viene alguna, sabido es lo que dice otro conocido refrán "Cuan poco duran las alegrías en casa de los pobres". A mí qué más me da que las tasas aeroportuarias de AENA bajen a partir de marzo, poco nos va a afectar al común de españoles. Menos mal, por citar algo en positivo que, respecto a las telecomunicaciones, este año las operadoras no han anunciado, de momento, subidas para principios de año. Lo harán a mediados de año, en plena época vacacional. Y si no lo hacen es porque algunas ya acometieron subidas en 2019, que podrían repetirse en los próximos meses. ¿Ve como tengo razón? ¿Ve cuan poco duran las alegrías? No podemos fiarnos porque, donde menos se espera, salta la liebre en forma de subida. Y es que, como todos los años, lo que sube es más que lo que baja.

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