Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Javier Cuervo

Artículos de broma

Javier Cuervo

Olor a nube de Paltrow

Gwyneth Paltrow, actriz con Oscar, vive de una línea de patrañas para el bienestar a la que cada 15 días dan publicidad universal los enfados científicos. Como hay gente que cree a Trump para hacer América peor otra vez, hay gente que paga por las filfas del bienestar de Paltrow. Su último producto es una vela que la estrella de “Shakespeare in love” asegura que huele como su vagina.

Es raro este mundo en que las empresas periodísticas no logran convertir en dinero la información que cuelgan en internet, pero una actriz estadounidense es capaz de monetizar a qué huele su conducto muscular y membranoso desde la vulva hasta la matriz en una vela de 75 dólares. En un sistema económico en el que el valor de cada persona se mide por la cantidad de dinero que es capaz de generar parece que vale más el olor vaginal de la actriz que la inteligencia de tantos magnates de los medios de comunicación.

Es el mercado, amigo. En el mercado hay personas que prefieren que su casa huela a intersticio de Paltrow a estar bien informadas. La comparación es pertinente porque Paltrow, más que cera ambiental, ofrece una información no solicitada y difícil de contrastar. Según la actriz, su flora vaginal desprende aroma de jardín exótico que armoniza bergamota, cedro y geranio yuxtapuestos con rosa de Damasco y el toque almizcleño de las semillas de ablesmosco.

Parecería que esta pamema perfumada cosifica hasta en su olor la muy cosificada vagina y explota su valor económico, pero cabe que, al divertido feminismo de revista de moda, de línea liberal empoderadora en talón y tacón le guste la valentía de reivindicar el olor vaginal y abrir el debate sobre ese tabú impuesto por el patriarcado.

¿A qué huelen las nubes?

Compartir el artículo

stats