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Gemma Martínez

El apunte

Gemma Martínez

El banquero columnista y contrabandista

Jaime Botín, alumno de la escuela de filosofía. Así es como se presentaba en sus artículos de opinión el hermano pequeño del fallecido Emilio Botín, el que fuera presidente de Banco Santander. Nunca entendí como la firma del columnista Botín, publicada en El País entre 2013 y 2016, olvidaba en sus primeros artículos alguno de sus otros apellidos, como fundador de banco, Bankinter, del que hoy todavía es el mayor accionista, con más del 22 % .

Recuerdo que el también tío de la actual presidenta de Santander, Ana Botín, debutó con una tribuna muy polémica sobre la moral. En ella cuestionaba «el colapso ético de una sociedad a la que no importa la corrupción». Aunque atacaba a los políticos y a la jerarquía católica, Botín aseguraba que cuando se cometen errores no es suficiente con decir me equivoqué. «En una democracia digna de tal nombre hay que dar cuenta y asumir la responsabilidad». Las columnas eran las únicas palabras públicas conocidas del miembro más esquivo de la saga de financieros cántabros (apenas existen imágenes suyas y no da entrevistas), licenciado en Derecho y en Económicas por la Universidad de Deusto, laico y vocal de la Fundación Botín. Ya entonces, en 2013, su desfachatez nos inflamó a muchos, él

que durante años tuvo parte de su fortuna en Suiza y que ocultó al mercado su participación en Bankinter, opacidad por la que fue multado. Botín, con 83 años, ha colgado la pluma (al menos por ahora), pero sus palabras de entonces resuenan en mi cabeza esta semana que la Audiencia Provincial de Madrid le ha condenado a 18 meses de cárcel -que previsiblemente no cumplirá- y a una multa de 52,4 millones de euros por un delito de contrabando de bienes culturales. Quiso sacar de España en barco un Picasso, Cabeza de mujer joven, para venderlo en Reino Unido a pesar de que el Gobierno dice que es inexportable. Botín recurrirá, ya lo ha anunciado. Pero aunque la sentencia todavía no sea firme, no puedo alegrarme más de que un juez esté de acuerdo con los que pensamos que Jaime Botín no es quien par dar lecciones a nadie y menos de moral.

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