“Tendríamos que estar por encima del vende o no vende”, atestigua Olga Rodríguez Francisco galardonada por su hacer periodístico en favor de los derechos humanos. Conocedora irrefutable del terreno que pisa, a esta profesional no le tiembla el pulso al apuntar hacia los entresijos de la información mediática por lo que abrió su alocución afirmando que “Están llamando espacio informativo a cualquier cosa”. Se enseñorea el todo vale tergiversando hechos, ofreciendo medias verdades o directamente colando embustes. “¡Es el show!”. Rodríguez anhela “Que haya consejos de ética y derechos humanos en las redacciones; se necesitan personas muy formadas en derechos humanos y en ética”.

Pero. En “La burbuja de la villa y corte; (las) los jefes saben de alfombras”.

¿Por qué se silencian a las personas que hay tras los datos? “Necesitan verse visibilizadas”, hay que “Reivindicar que eso vuelva”.“Se han cruzado líneas rojas muy peligrosas”. Es preciso fomentar, desde las universidades, que “Se les señale” a quienes realicen malas praxis. Pero, ¿quién puede hacerlo sin meterse en líos, pérdidas o daños?

Rafael Jiménez Núñez, diplomado en Criminología por la Universidad de Barcelona y diplomado en Ciencias Policiales por la Universidad de Salamanca, en su libro España negra, recoge el capítulo titulado Atestado 4886, Nadie la buscaba (Luis Rendueles), donde se lee: “Los crímenes, nos dijo un día el escritor Lorenzo Silva, muestran lo que anda mal en una sociedad, lo que no funciona. A veces, como en este caso, con su paralelismo cruel y revelador con el de la chica sevillana (Marta del Castillo), muestran lo que anda mal en nosotros mismos, en el periodismo, una profesión adocenada, cargada de hipocresía y sin apenas capacidad crítica. Nos tiró a la cara el caso de Socorro da Silva: “¿De ésta, que también está desaparecida, no queréis escribir, no?”.

Rodríguez, especialista en información internacional lamenta la situación actual donde “Hay medios que ya no tienen sección de internacional directamente, los (las) periodistas de internacional, desgraciadamente, en España están en peligro de extinción”; poniendo sobre el tapete la realidad de que son dos agencias internacionales quienes surten actualmente de noticias a todo el conglomerado informativo. Curiosamente en la guerra de Irak, fue donde el convoy periodístico español destacó en cantidad, todo debido a que “Aznar nos metió allí”. Titula su artículo la doctora en Periodismo y profesora titular de Universidad de Sevilla en el Departamento de Periodismo II, Aurora Labio Bernal: “José María Aznar, guerra de Iraq y Rupert Murdoch: pago a los servicios prestados”, (www.lamarea.com, 14/12/2018). “De la noche a la mañana, se decidió que era caro” y, a partir de entonces, “Muchos (muchas) periodistas echaron mano de las agencias internacionales”, metiéndose de cabeza en una peligrosa uniformidad informativa; “Eso explica por qué todos (todas) vemos los mismos planos”.

“Hay una obsesión por la inmediatez”.