Todo apuntaba que 2020 sería el año de la estabilidad del tensionado Partido Popular de la provincia de Valencia, pero no indican eso los movimientos subterráneos. La calma aparente que se vive ha propiciado que Isabel Bonig se tome su tiempo para preparar su candidato provincial tras la negativa de Elena Bastidas.

Hasta ayer, los rumores decían que Bonig se inclinaba por la alcaldesa de Puçol, Paz Carceller, una política que si bien no tiene grandes detractores tampoco levanta pasiones. Elegir a Carceller vendría a ser repetir la jugada de cuando la dirección regional se decidió por Mari Carmen Contelles, lo que propició la guerra con Vicente Betoret que ha acabado trasladándose a la actual gestora.

Se escuchan comentarios de que el propio Betoret estaría valorando las opciones de Carlos Gil, alcalde de Benavites, y las de Vicente Mompó, alcalde de Gavarda. En este carrusel de rumorología se ha llegado a señalar al alcalde de Ayora, José Vicente Anaya, dada su amistad con alguna dirigente popular.

Pero lo que era válido la semana pasada hoy ya no lo es tanto, y así, en esta ruleta de nombres surge el de Fernando de Rosa, apuesta de la diputada nacional Belén Hoyo, más reforzada que nunca. El senador posee un currículum impecable, incluidos los años que formó parte del Gobierno de Paco Camps, de donde salió para seguir haciendo carrera en la judicatura. Su reciente afiliación da pábulo a esta posibilidad. No le faltan apoyos en Plaza América y en Génova.

Muchos dan por finiquitado, tal vez de forma prematura, al actual presidente de la gestora, Juan Ramón Adsuara, pero en política no es difícil ver cómo los muertos resucitan. Uno de los últimos en aparecer en escena es el concejal de Picanya y diputado provincial Javier Montero. Una frenética actividad en la provincia, su juventud y sus posibles anclajes en Génova hacen de él otro candidato a ser considerado.

El tiempo puede calmar aguas, pero también puede propiciar tensiones dada la precaria estructura provincial del PP y la realidad de unas comarcas necesitadas de estabilidad y liderazgo. Ningún líder popular valenciano que quiera seguir siéndolo se prestará a ser protagonista en escenarios de conflicto que puedan manchar su prestigio ante Génova, por lo que Betoret, Hoyo, la propia Bonig y otros huirán de confrontaciones públicas que puedan salpicarles.

Hoy por hoy las primarias provinciales podrían estar servidas y con ellas siempre cabe la sorpresa. Susana Díaz o Soraya Sáenz de Santamaría eran favoritas pero perdieron contra pronóstico. Para tomar nota.