“Cuando el nivel de violencia es tan extremo hay que enseñar los dientes”, dijo Ricard Pérez Casado en el coloquio posproyección de Chris,el suizo, en la sala actos del Octubre Centro de Cultura Contemporánea. El exalcalde de la ciudad de València, incitó comentarios del patio de butacas mediante un pormenorizado relato de su labor en Mostar (Bosnia y Herzegovina) como administrador de la Unión Europea para la ciudad en mil novecientos noventa y seis. “Cuando enseñaba el pasaporte exclamaban, ¡un franquista!”, y replicaba: “Tengo el pasaporte de Franco, pero no soy franquista”.

“¿Por qué los jóvenes se sienten subyugados por la violencia?”, preguntó Francesc Bayarri autor de Cita en Sarajevo. “¿Cómo se fascinan por la violencia?”. “Estos van picando por ahí” acuden a cualquier conflicto bélico, enviciándose con implacables descargas de adrenalina hasta convertirse en monstruos al servicio del poder económico, político o religioso que les paga esos chutes de horror.

Anja Kofmel, directora de la película, cineasta independiente, ilustradora y productora suiza, narra hechos y reflexiones sobre la actividad de su primo, el joven periodista Christian Würtenberg, hasta el día de su asesinato a principio de enero de mil novecientos noventa y dos en Vukovar (Croacia). “Sólo Sandra Balsells, novia de Paul Jenks, (periodista) fotógrafa y hoy profesora en la Universidad Ramón Llull en Barcelona, decidió investigar los dos asesinatos y los cabos sueltos de la historia: el papel del Opus Dei, las ligas con la extrema derecha, el aprovisionamiento de armas y el tráfico de drogas con la que Croacia financiaba sus milicias”, escribe el periodista y ensayista Oriol Malló en www.academia.edu

Chris, en la guerra de la antigua Yugoslavia, acabaría como miembro del grupo paramilitar PIV (Primer Batallón de Voluntarios Internacionales) “Un grupo muy violento, un grupo fascista, yo no diría psicópata”, comentó Bayarri; “Es un documental muy valenciano, por desgracia”, dada la presencia de estos en el grupo, como el experto en explosivos y sabotaje.

“Trabajaba también para el Opus Dei”, recalcaba el también editor refiriéndose al capo y fundador del PIV, Eduardo Rózsa Flores “Chico”, veinteañero por aquél entonces, perteneciente a una familia judía comunista, e igualmente periodista como Chris. “Se vinculó al Opus Dei a finales de la década de 1980. Gracias a esta militancia católica, llegó a ser ayudante del corresponsal del periódico La Vanguardia en Viena, Ricardo Estarriol, conocido miembro de la Obra” sigue relatando Malló. Exterminar a la población serbia en zonas fronterizas era la misión de este grupo sanguinario. Carlos “El Chacal”, exterrorista, declara en el film quien era su empleador.

Ardiente debate el desatado con un hilo conductor terrible y sangriento: la guerra.

¿Por qué se soslayan los intereses que motivan matanzas, torturas, devastación y terror?

“Son las fronteras de la limpieza étnica” apuntaba Pérez Casado refiriéndose a la barbarie desatada . Tal como se consideró en la charla, importaba mantener el bastión católico ante la linde musulmana.

“Los herederos de estos salvajes tienen puestos” añade Pérez Casado.

¿Complot? ¿Miedo a perder poder? ¿Hasta dónde los tentáculos?

El Opus Dei abrió sucursales en: Polonia (1989), Hungría y Chequia (1990), Lituania (1994) y por último Eslovaquia y Estonia, la denominada “última expansión”, (1996). Ricardo de la Cierva en su libro: El Opus Dei, controversia y camino, hace referencia a la muy estrecha y singular relación de Juan Pablo II y el Opus Dei, por lo que la Obra le correspondió “con una entrega total a los proyectos del papa polaco, le ayudó de forma importante en su gestión a distancia de los problemas de Polonia y de Iberoamérica. Desde los tiempos de san Ignacio en el siglo XVI, nunca se había visto tanta identificación entre una institución de la Iglesia y un papa. El resultado sería la beatificación (Josemaría Escrivá) de 1992”. En otro capítulo se lee: “con el descalabro del comunismo y el marxismo en 1989, tras la caída del Muro de Berlín, en la que tanto tuvo que ver Juan Pablo II, a quien el Opus Dei había ayudado mucho más de lo que se cree en una empresa de tanta trascendencia histórica”.

“El Vaticano reconoció la independencia de Croacia enseguida”

Pep Segura perteneciente a la brigada Aragón con sede en Medjugorje, a cuarenta kilómetros de Mostar, recuerda que tuvo como traductora a la misma profesional que Pérez Casado, la cual le confesaría que aquella guerra era cuestión de políticos y religión. El militar, en su vehemente relato, exclamó: “¡Me recibió una cruz más grande que la del Valle de los Caidos!”.

“¡Es el catolicismo que ni Guerra Campos! (obispo de Cuenca, “icono de la ultraderecha” y procurador en Cortes que erigió la Sociedad Misionera de Cristo Rey)”, añadió Pérez Casado, agregando la frase dicha por un párroco en aquellas dolientes tierras: “Ni paz ni bien, muerte al infiel”.

“Nada es más importante que la vida”.

“El PP es un híbrido entre la Falange y el Opus Dei, y Aznar está entre Onésimo Redondo (fundador de las Juntas Castellanas de Actuación Hispánica- JCAH) y San Monseñor. (Alfonso Guerra, PSOE, 29/5/94)”, frase recogida en la obra del periodista y guionista de televisión barcelonés, Albert Om Ferrer: ¡Manda Huevos! Los 638 mejores insultos y disparates de 20 años de democracia en España.