Recién estrenamos el mes de marzo y hay muchos factores que nos indican que la primavera se acerca. Las temperaturas son cada vez más altas, los árboles poco a poco nos están mostrando sus flores, la Semana Santa está a la vuelta de la esquina y como no, las horas de luz cada vez duran más. En general, la primavera es una de las estaciones que más cambios trae en nuestro entorno natural. En cuanto a la meteorología, se trata de una estación muy cambiante.

Por lo general, si se piensa en la primavera nos viene a la mente las camisetas de media manga, los almendros en flor y los días en que el sol abunda, pero también destacan las lluvias de marzo y de abril, de ahí que la naturaleza adquiera una tonalidad y un color especial. El pasado domingo 1 de marzo dimos la bienvenida a la primavera climatológica, que no es lo mismo que la astronómica. Para la climatológica se tienen en cuenta estadísticas y variables como la temperatura y la precipitación. En cambio, desde el punto de vista astronómico, la llegada de las estaciones nos señala la distancia de la Tierra respecto al Sol.

La primavera climatológica permanece con nosotros tres meses y se despide dejando paso al verano que, también durará otros tres meses. Por otro lado, las estaciones astronómicas son variables ya que pueden caer en diferentes días del año. El inicio más temprano sucederá en el año 2096, y el inicio más tardío fue en el año 2003, según el Observatorio Astronómico Nacional.

El próximo 20 de marzo daremos la bienvenida a la primavera astronómica, a las 04:50 hora peninsular española. Esta estación durará 92 días y 18 horas, y terminará el 20 de junio con el comienzo del verano. Durante su estancia nos va regalar fotografías maravillosas; las flores van a ser las protagonistas y también los planetas. Venus será visible tras la puesta de Sol hasta finales de mayo, a partir de ahí, aparecerá al amanecer junto con Marte, Saturno y Júpiter.