Ayer llegó a la Península Ibérica una masa de aire tropical, provocando un notable ascenso de temperaturas que este mediodía alcanzará su particular momento álgido. Hoy muchas ciudades del interior peninsular superarán los 25 ºC con holgura y unas cuantas, especialmente en las cercanías del río Guadalquivir, superarán los 30 ºC. Sin embargo, no hará falta mirar más allá de los valles interiores de la Comunitat para toparnos con valores cercanos a la treintena. En la comarca de Utiel-Requena, por ejemplo, las temperaturas máximas llegarán hasta los 27 ºC según el modelo europeo, que barajamos en Meteored. Frente a estos registros de pleno mes de mayo, y al contrario de lo que podríamos pensar, en el litoral y prelitoral el ambiente será bastante más fresco.

En el colegio nos explicaron que las temperaturas bajan conforme aumenta la altitud, pero esto no siempre se cumple. Las zonas de costa tienen un clima matizado por los océanos o mares, que tanto en épocas de frío como de calor suavizan las temperaturas extremas. Ahora que las horas de sol van incrementándose, y con ellas los valores diurnos, empiezan a carburar las brisas marinas en las inmediaciones del Mediterráneo.

En estas fechas la superficie del mar presenta las temperaturas más bajas del año. La boya de Puertos del Estado de Valencia viene mostrando registros cercanos a los 15 ºC en las horas centrales, unas décimas menos adentrada la noche. Este es el primer condimento para que el ambiente se mantenga fresco en las comarcas más litorales, al que debemos sumar el régimen de brisas. En cuanto amanece, la radiación solar incide de igual manera en la superficie terrestre y en la marítima, pero la primera tiene la facultad de calentarse más rápido. Poco antes del mediodía la masa de aire posada en la tierra alcanza su temperatura máxima, de este modo pierde densidad y 'flota'. El vacío que deja al ascender es ocupado por el aire más frío que merodea el mar. Este último en movimiento se conoce como brisa marina.

El mecanismo está activo todo el año en la vertiente mediterránea, pero se minimiza entre diciembre y febrero, para repuntar ahora. En marzo las brisas ya aparecen en un tercio de los días, al perder de forma evidente influencia los vientos terrales, y alcanzan su cenit en julio, cuando la ciudad de Valencia las registra en el 70% de las jornadas. Las comarcas litorales estas semanas suelen tener máximas cercanas a los 20 ºC y mínimas de 10 ºC, salvo que se imponga el viento de componente oeste por unas horas o días. En tal caso, los registros van más allá en la costa, en detrimento de los requenenses.