Este espacio del diario Levante-EMV suele estar dedicado, de forma habitual, a temas relacionados con el tiempo y similares. No obstante, a pesar de ello, creo firmemente que, hasta el más mínimo espacio de información puede tener una importancia vital dado la situación que atraviesa nuestra sociedad estos días. En occidente no estamos acostumbrados, por suerte, a una epidemia de tales proporciones. Siempre lo vemos como algo lejano, relativo a países en desarrollo o de otros continentes pero, por desgracia, las enfermedades no tienen fronteras, como se ha demostrado ahora. Dicho esto debemos ser conscientes de que existen tres grandes responsabilidades para poder frenar y, con el paso del tiempo, acabar con la epidemia de coronavirus: informativa, gubernamental y ciudadana. A los primeros nos corresponde ser objetivos, veraces e intentar velar por dar la mejor información posible siendo cautelosos del efecto que puede tener en la ciudadanía si caemos en el sensacionalismo. A los segundos les corresponde liderar la respuesta urgente y necesaria para poder contener la epidemia y ayudar a los ciudadanos a sobrellevar lo mejor posible las necesidades de estos días. Y, por último -y seguramente la más importante-, la nuestra. La responsabilidad de la ciudadanía de seguir los consejos de los organismos científicos y sanitarios y contribuir, en la máxima medida de lo posible, a frenar la propagación del coronavirus. Si ambas tres partes confluyen en una correcta estructura el mundo se volverá a poner en movimiento. Y nosotros con él.