Cuando parecía que el debate político estaba más enquistado tanto entre los políticos como en la calle, ha aparecido un virus para crear oportunidades de aprendizaje comunitario.

La aparición del coronavirus en China comenzó a centrar la atención de todo el mundo. Primero observábamos cómo el pueblo chino se organizaba de manera ejemplar a nivel comunitario para afrontar la posible crisis. En esos momentos, aún se veía lejano su impacto en España. Luego pasamos de ser observadores a protagonistas. Ahora nos toca organizarnos como sociedad para hacer frente a ese enemigo desconocido que nos inquieta y asusta.

Más allá de los problemas que siempre se dan ante lo desconocido, el debate social en España se ha ido cambiando desde ser un tema tangencial a ser un tema central. Y, de constituir un hecho con el que guerrear políticamente a percatarse de que es un problema de todos.

Lo cierto es que la gestión científica que se está haciendo desde la Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, encabezada por el Dr. Fernando Simón, es ejemplar. No sólo está atenta a la situación presente, sino que es capaz de transmitir con claridad y serenidad la situación por la que estamos pasando y cómo debemos afrontar lo desconocido e inquietante de la actualidad.

Lo cierto es que hoy ya parece bastante claro que: a) el virus se transmite y difunde con mucha facilidad, b) están claramente identificados los grupos de riesgo, personas mayores y/o con patologías asociadas, c) el problema actual reside en que no hay tratamiento ni vacuna y, por tanto, en la situación actual si el contagio es masivo desbordará la capacidad de respuesta del sistema sanitario, imposibilitando tratar a todos los contagiados a la vez que a los enfermos afectados por otras patologías y que no pueden esperar eternamente a ser tratados y, d) la respuesta que podemos dar como ciudadanos es colaborar entre todos para frenar la transmisión del virus. Es evidente que en un tiempo medio -unos meses- se llegará a disponer de tratamiento y los avances hacia la vacuna serán también rápidos. Tenemos buenos científicos. Aquí también en España, desde la misma UV o desde la Fundación Fisabio de la Generalitat Valenciana, se están haciendo aportaciones al respecto. Lo que tenemos es que intentar parar la vertiginosa difusión del virus.

Los posibles escenarios de desarrollo se han delineado bien y hoy, pese a tener ya confirmado el aplazamiento de eventos importantes y que son sustantivos en nuestra sociedad valenciana, como las fiestas de la Magdalena o las Fallas, se transmite un clima de confianza institucional. ¡Los poderes políticos han hecho caso a los científicos! E incluso ¡se han puesto de acuerdo -casi, más o menos- entre las CCAA! Y se ha declarado el estado de alarma en España, lo que facilitará frenar la diseminación del virus.

Es obvio ya que se trata de un problema que se ha de resolver por la ciudadanía, la comunidad organizada que es España en Europa y con apoyo de la experiencia y aportaciones de China. Está claro que hay que dejar trabajar y apoyar a los científicos para que hagan su trabajo. Tenemos un gran sistema sanitario, con grandes profesionales. También, orientar el debate político hacia el bien común en el conjunto de España y de Europa. Ellos deben arropar la crisis socioeconómica, no dejar solos a los ciudadanos, ni en cuanto a la defensa de su salud, ni tampoco en defensa de su modus vivendi. Los problemas colaterales, sociales y económicos, hay que afrontarlos también entre todos.

Sin duda, el coronavirus no ha quedado como un «boinavirus» en esta España caótica que se está viviendo como resultado de los desencuentros políticos y sociales. Se está afrontando el problema con responsabilidad institucional: gobiernos y partidos. Y cada día debe ser mayor su compromiso y complicidad para superar un problema que es de todos.

Ahora queda que los ciudadanos también tomemos el problema como una oportunidad para aprender. Tenemos que saber que por mucho que hagan los científicos, que colaboren los políticos poniendo el poder al lado del interés de toda la ciudadanía, si no ayudamos con responsabilidad todos los valencianos, españoles, europeos€no se frenará lo suficiente el virus como para dar tiempo a que no se colapsen los sistemas sanitarios, y conseguir que vengan tiempos mejores en los que ya se hayan logrado tratamiento y vacunas. En situaciones similares se logró. Esta parece especial por la rapidez con que se difunde en este mundo global en el que las comunicaciones no sólo se dan por internet, sino que los medios de transporte han hecho al mundo más pequeño y en él la movilidad social, tan deseable para otros temas, en este caso es un factor de riesgo, que perjudica enormemente facilitando la propagación del virus.

Sin duda, el tema será historia en unos meses o en un año y podremos estar orgullosos si todos y cada uno de nosotros hicimos lo que se nos enseñó desde la Coordinación de Alertas y Emergencias para no ser personas que han colaborado en transmitir el virus. Porque entre todos, podremos frenar este problema y que sea menos lesivo de lo que puede llegar a ser.

¿Las Fallas, la Magdalena? Las podremos disfrutar sanos y con orgullo cuando haya pasado o amainado la tormenta. Por ejemplo, ¿las Fallas en Julio, junto a la feria de Valencia? Sería muy buena noticia y seguro que tendrían un éxito de visitantes. La suerte que tenemos en la Comunidad Valenciana es que tanto unas fiestas como otras son ejemplos de estructuración social, son fiestas que se organizan para un fin que implica mucho trabajo, y se desarrollan creando un marco comunitario esencial. Es un buen tejido social sobre el que ahora apoyarnos para aprender una nueva lección de ciudadanía que, en muchos casales falleros se ve en la convivencia cercana -ayudarse unos a otros cuando lo necesitan-. Ahora el desafío es mayor: lo necesitamos todos. Y todos, festeros o no, tendremos que asumir nuestra responsabilidad individual. Sin duda, el Covid-19 nos está creando oportunidades para aprender a afrontar juntos una crisis importante. Y, podremos lograrlo. ¡Ojalá que, sin problemas sanitarios por medio, en Educación se pudiera llegar a un consenso reconociendo que hay que hacer caso a los científicos dejando que de ahí naciera el pacto educativo! Sería la mejor lección de Educación para la Ciudadanía que podríamos agregar a esta. En cualquier caso, unidos va mejor para todo.