Algunas personas creen que hacen las cosas mejor que el resto. Piensan que su conducción es más buena que la del de delante, están convencidos de que gestionarían la empresa mejor que su jefe, que sus opiniones políticas son las válidas o su manera de educar es la adecuada. Se sientan en una mesa y critican la paella porque le falta sal o le sobra aceite. Y, curiosamente, estas personas que creen que hacen las cosas mejor que el resto son las que suelen hacer poco para contribuir al cambio. Criticar es fácil. Educar, tener una opinión política respetuosa y meditada o dirigir un negocio requieren tiempo, sosiego y dedicación.
Ella es un personaje de la película «Especiales». Está despidiéndose del protagonista, el director de un centro para personas con autismo severo y trastornos de conducta interpretado por Vincent Cassel. Están en la puerta de su casa y ella hace una pausa, le mira y le pregunta si habrá una solución para el futuro de su hijo. Necesita saberlo porque, de lo contrario, prefiere acabar con todo. El futuro de un hijo con necesidad de apoyo es la gran angustia de sus progenitores y en la película, de Éric Toledano y Olivier Nakache, ese pavor y anhelo de seguridad están perfectamente resumidos en una frase y en una mirada. Entro en el cine pensando en esas personas que sermonean, juzgan y piensan que hacen las cosas mejor que el resto y me topo con una bonita historia en donde los protagonistas no teorizan ni sientan cátedra. Simplemente, avanzan, con sentido común, amor y valentía.
Tengo el honor de conocer a muchos familiares que conviven con la incertidumbre del futuro de sus hijos con distintas necesidades de apoyo. Y ese honor radica en lo mucho que se aprende escuchándoles, viendo la vida desde su perspectiva y comprendiendo que lo importante no está en las grandilocuencias. Lo esencial radica en asegurar cuestiones tan sencillas y elementales como que, cuando tú no estés para acompañarle a la parada, la persona a quien quieres podrá coger el autobús y llegar a su destino sin perderse. Que tendrá amigos y que no se sentirá solo. Que podrá llegar a final de mes, ir al cine un fin de semana y que habrá alguien que se asegurará de que está cuidado, de que es respetado y de que va peinado y con la raya en el lado que toca.
Los familiares de personas con diferentes necesidades anhelan saber que, en el futuro, cuando ellos no estén, un profesional escuchará a sus hijos y se tomará muy en serio el cometido de comprender qué necesitan. Que se asegurará de que vaya siempre bien vestido, limpio y con unos zapatos que no le hagan daño. Que no pasará unas Navidades solo, que hará sus revisiones médicas, podrá ir a la playa en verano y que, algún día y si le apetece, podrá montar a caballo. Todo esto lo resume la pregunta y la mirada de una madre en la película Especiales.
El personaje interpretado por Vincent Cassel le dice a alguien que cuestiona su profesionalidad que, si tiene dudas de su buen hacer, se encargue él. Otra buena lección. Si crees que vas a hacer las cosas mejor, no te quejes. Simplemente, hazlas. El buen cine educa.
