Marzo, tiempo de Idus señalados, es un mes de cambios meteorológicos y político-sociales. Tras descalabrar las Fallas, ahora peligra la salud. En el almanaque de 2020, quedará señalado por la maldición del virus marciano que nos dejó fuera de juego. Pocos recuerdan el 14 de octubre de 1957. Día de la descomunal riada del Turia, que enclaustró en sus casas varias semanas a los valencianos entre el barro, sin luz ni agua. Los periódicos no se dejaron de editar para que las personas se mantuvieran informadas. Todo a causa del viajar de los hombres, los virus de especie en especie, la prohibición de esos viajes y el embrión de policía mundial. Los grandes impactos transforman las sociedades.

? Task force. Bill Gates lo advirtió en abril de 2015. Conocidos los efectos del Ébola localizado —por suerte— en zonas acotadas del continente africano, pidió crear equipos técnicos de acción inmediata para emprender campañas antigérmenes. Con tres vertientes: sanitaria ( médicos, farmacólogos, enfermeros, auxiliares); de gestión (economistas, técnicos, analistas, matemáticos); y de acción social (sicólogos, sociólogos, estrategas en comunicación, especialistas para situación de crisis). En su intervención audiovisual, Gates insinuó la posibilidad de un factor terrorífico: el bioterrorismo. De la mano depravada de la mente humana. La posibilidad de que, de las cavernas del mal, surja alguien capaz de perpetrar un ataque contra la humanidad. Mediante un virus de laboratorio. Más letal y aterrador que el armamento convencional: situar al agente desmoralizador dentro de los núcleos de poder. Supera en desconcierto a la amenaza nuclear. Sin capacidad de respuesta mientras, la task force (grupo operativo de acción inmediata) científica y organizada, no está disponible a escala mundial.

? Inquietante equinoccio. En el imaginario de la cultura occidental los «Idus de marzo» tienen mal cartel. Coincidían con la primera luna llena del año y anunciaban la proximidad del equinoccio. Se situaban en el 15 de marzo. Día de plantar Fallas. Algunas quedaron a medias y la de la «Casa gran» ardió por mitades. Con mascarilla alegórica, de madrugada y sin público. Tiempo fatídico para Julio César en el que recibió 23 puñaladas de sus colegas y partidarios en el Foro romano. Aquel «Idus de marzo» del 44 a.C, que cambió el curso de la historia de Roma extensa, al acabar con la República, de rasgos despóticos, para pasar al Imperio. William Shakespeare, en su «Julio César» dio la versión fatídica: «¡Cuídate de los "Idus de marzo!"(Beware of the idus March). César menospreció el oráculo de un invidente que le había advertido del peligro, camino del Senado. El ciego le recordó que el día de su perdición, el «Idus de marzo», aún no había acabado. Se dirigía a su asesinato.

? Virulencia. El prescriptor estratégico Ferran Ramón-Cortés publicó en 2007 el libro «Virus». En él establece paralelismos entre la infección y propagación de una patología viral, en la forma que surgen y se difunden las fake news en el entorno empresarial y organizativo. Escrito con base en la información aportada por la experta en epidemias Carmen Biarnés. Relata un brote infeccioso localizado y su lucha hacia la superación. En la medicina y las pandemias la realidad es imprevisible y mutante. Ramón-Cortés se identifica con el médico que controla el imaginado brote vírico. Pide colaboración para convencer a las autoridades de que las cosas no pueden quedar así. Para que se dediquen recursos a la investigación de vacunas. La única forma de asegurar «que un episodio como este no volviera a producirse».

? Nómadas. Es paradójico que un rasgo característico de la edad contemporánea, el nomadismo, tal como lo entiende el asesor presidencial francés de origen judío Jacques Attali, es una de las amenazas para la humanidad. Está anunciado en su «Diccionario del siglo XXI» (1988). La globalización de la economía y del turismo pasan de ser fuente de riqueza y conocimiento a provocar la diseminación y el contagio de enfermedades desconocidas, resistentes a la prevención y a los tratamientos. No hay vacunas ni estrategias previas. Ni equipos técnicos preparados para anticiparse. Ni para combatirlas y controlarlas cuando se manifiestan. Tan devastadoras como un episodio bélico. De mayor onda expansiva que una explosión nuclear.

? Colaboración. Los gobiernos, las grandes potencias, los grupos de presión e influencia, no pueden permanecer inermes ante una amenaza de estas características. Preparados y dotados de recursos ante la imprevisibilidad y el carácter mutante de gérmenes y cepas virales. Ante los que no se puede perder el tiempo para contrarrestarlas ni tomar decisiones erróneas. Carentes de protocolos y de conocimiento. Es una oportunidad para quienes detentan poder en los países y en los entes supranacionales (ONU, UNESCO, OTAN, Unión Europea, OCDE, FMI, Organización Mundial de la Salud, Davos). ¿El episodio del Covid-19 (uno de tantos coronavirus) servirá para reforzar la cooperación internacional? Para levantar las barreras de los intereses político- económicos hacia la colaboración y la confraternidad.